CHICAGO (AP) — Los Bulls de Chicago dieron otro paso para fortalecerse, mediante la adquisición del productivo alero DeMar DeRozan, un día después de hacerse de los servicios del armador Lonzo Ball.
Chicago llegó el martes a un acuerdo por tres años y 85 millones de dólares con DeRozan, como parte de una operación de firma y canje con San Antonio, dijo a The Associated Press una persona cercana al acuerdo, quien solicitó permanecer en el anonimato porque los equipos no pueden anunciar convenios sino hasta el viernes.
No está claro todavía qué recibirán los Spurs a cambio.
La transacción constituye otra señal de que Chicago busca pelear en serio dentro de la Conferencia Este. Los Bulls finalizaron undécimos la campaña anterior, con 31-41, dos partidos detrás de Charlotte en la búsqueda del último boleto para el minitorneo clasificatorio a los playoffs.
Aunque se perdieron la postemporada por cuarto año consecutivo, ésta fue su primera temporada con Arturas Karnisovas como gerente general y con Billy Donovan como entrenador.
Cuatro veces elegido al Juego de Estrellas, DeRozan ha promediado más de 20 puntos por encuentro en cada una de las últimas ocho temporadas con Toronto y San Antonio. Anotó 21,6 unidades por duelo el año pasado, y atinó poco menos del 50% de sus disparos.
Sin embargo, los Spurs se quedaron fuera de los playoffs por segunda campaña seguida tras hilar 22 apariciones.
DeRozan, quien cumple 32 años el sábado, formaría una dupla productiva con Zach LaVine, quien disputa los Juegos Olímpicos, y con Nikola Vucevic, pívot elegido al Juego de Estrellas. Ball completaría la remodelación.
Ball, con cuatro temporadas de experiencia y quien cumplirá 24 años en octubre, viene de su campaña más productiva. En su segundo año con los Pelicans, promedió las mayores cifras de su carrera en puntos (14,6 por encuentro) y encestes de campo (41,4), además de 5,7 asistencias.
Reclutado en el segundo sitio general por los Lakers en el draft de 2017, Ball ha cambiado su mecánica para disparar desde que llegó en un canje a Nueva Orleáns, como parte de un acuerdo colosal que envió a Anthony Davis a Los Ángeles.