La judoca cubana Idalys Ortiz sumó su cuarta medalla olímpica con una plata este viernes en Tokio-2020, tras caer este viernes en la final de la categoría de +78 kg ante la japonesa Akira Sone.
Idalys Ortiz, que había sido campeona olímpica en Londres-2012, cayó en el Golden Score por faltas ante Sone, que acabó imponiendo su etiqueta de ser una de las aspirantes al título en el Nippon Budokan.
La cubana, de 31 años, sumó su cuarta presea olímpica después del oro de Londres, el bronce de Pekín-2008 y la plata de Rio-2016, que vuelve a repetir.
La número uno del peso pesado femenino había llegado a la lucha por el oro, tras deshacerse en semifinales de la francesa Romane Dicko y de la china Shiyan Xu en cuartos de final.
En el combate por el oro, Ortiz aguantó ante su oponente, pero acabó cayendo en el Golden Score tras cometer tres faltas que la descalificaron.
"El combate final fue un poco incómodo porque es una judoca que viene en ascenso y aunque solo habíamos peleado dos veces antes", afirmó la judoca cubana tras colgarse la plata.
"Me estudió y cumplió al pie de la letra no atacar mucho sino dedicarse a moverme y ver cómo lograba mi descalificación", añadió.
Sone, en su debut en unos Juegos Olímpicos, no consiguió inmovilizar ni derribar a Ortiz, alargando el combate hasta el que el número de faltas acabó por decantar la medalla de oro.
- Objetivo cumplido -
La judoca cubana, que en Pekín-2008 fue la atleta más joven en alcanzar una medalla olímpica en su categoría, se marcha de Tokio tras alcanzar el objetivo que se había marcado para estos Juegos.
"Mi objetivo es alcanzar otra presea Olímpica y eso que no le quepa duda a nadie", afirmaba Ortiz a Radio Rebelde, antes de acudir a Tokio.
Ortiz, ocho veces medallistas en mundiales, no había podido hacer más de un quinto puesto en la última cita mundial este año en Budapest antes de llegar a unos Juegos, cuya preparación se ha visto trastocada por la pandemia.
"Muchos vieron imposible esta medalla, pero yo no. Me sacrifiqué y en apenas dos meses y medio me puse a punto para estar aquí, así que estoy satisfecha", aseguró Ortiz, que igualó con su nueva presea el récord de cuatro medallas olímpicas de judo de su compatriota Driulis González.
Ortiz no dudó en tener un recuerdo este viernes para la que considera su "ídolo", ganadora de un oro en Atlanta-1996, una plata en Sídney-2000 y dos bronces en Barcelona-1992 y Atenas-2000.
La veterana judoca cubana tampoco parece renunciar a hacer un nuevo asalto olímpico dentro de tres años en París-2024, en los que serían sus quintos Juegos.
Con su medalla, Ortiz da la segunda presea en estos Juegos Olímpicos a Cuba, tras el bronce logrado por Rafael Alba Castillo en Taekwondo en la categoría de +80 kilos, aunque este viernes, los boxeadores de la isla aseguraron dos nuevas medallas al pasar a semifinales.
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