La agencia Moody´s anunció este martes 27 de julio una rebaja a la calificación de la petrolera estatal mexicana Pemex a “Ba3”, manteniendo así perspectiva negativa.
Esta calificadora estadounidense dijo que la decisión se basa en el alto riesgo de liquidez y creciente riesgo de negocio de Pemex, pues la empresa enfrenta altos niveles de vencimientos de deuda debido a la expansión de su capacidad de refinación y producción.
“Moody’s considera que esta estrategia generará mayores pérdidas operativas por actividades de refinación en el corto y mediano plazo”, señaló la agencia en un reporte.
Además, dijo que la perspectiva de las calificaciones de Pemex sigue siendo negativa principalmente por la calificación “Baa1” del gobierno de México.
“Reconocemos que Pemex ha tenido éxito en revertir las disminuciones de producción y reservas en los últimos dos años y creemos que esta tendencia continuará en 2021. Sin embargo, esperamos que la generación de flujo de efectivo y las métricas crediticias se deteriorarán aún más en los próximos tres años a medida que la compañía aumente la producción de combustible, mientras lidia con una capacidad limitada de inversión de capital, altos vencimientos de deuda y precios volátiles del petróleo y de combustible”, agregó.
Desde que Andrés Manuel López Obrador llegó a la presidencia de México, su política energética se ha enfocado en el rescate de Pemex. Asimismo, sus esfuerzos se han dirigido a robustecer la infraestructura para la refinación de crudo.
Muestra de esto es la adquisición de la Planta Deer Park en Texas, Estados Unidos. El exsecretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera, defendió dicha compra. A través de su cuenta de Twitter, el economista de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) enlistó una serie de factores que el gobierno federal tomó en cuenta para asegurarse de que “fuera una buena transacción”.
En primer lugar, dio a conocer que en 2020 se hicieron dos aportaciones por 43 mil millones de pesos (mmdp). Una fue de 13 mmdp al Fondo para la Atención de Emergencias (Fonden) y la otra de 30 mmdp al Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin).
De los 13 mil millones de pesos depositados a Fonden, se han utilizado 7 mmdp para las inundaciones de Tabasco, Chiapas y Veracruz. En este sentido, el secretario aclaró que la transacción de Deer Park se realizará con los recursos de Fonadin y no desde el Fonden.
Aunado a esto, señaló que la inversión en dicha planta fue de carácter estratégico, con el objetivo de producir petróleo tipo Maya. No obstante, la empresa Shell se quedó al mando de la mayoría accionaria y decidió reinvertir las utilidades desde 1993. A pesar de que México era propietario de la mitad de la refinería, el país “no ha visto un peso”.
Herrera Gutiérrez destacó que México necesita asegurar la oferta de gasolina frente a contingencias, por ejemplo, la caída de la oferta debido al robo de combustibles o eventos externos como el que vivió Estados Unidos cuando su sistema de distribución de gas fue hackeado.
“En el caso de alguna eventualidad como las que señalé, mandaríamos la totalidad de la producción de DP a México”, refirió el exfuncionario.
También indicó que se consiguió un buen trato debido a que Shell decidió reducir al 50% su capacidad de refinación en el mundo. Este posicionamiento responde a que un tribunal civil de los Países Bajos determinó que Shell debe disminuir sus emisiones de carbono un 45% en comparación a 2019.
En este sentido, señaló que la única forma en la que Pemex podía obtener ganancias era adquiriendo el restante de acciones, pues el contrato con Shell prohibía la venta del 49% de las participaciones pertenecientes al país a un tercer actor.
Con información de Reuters
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