TOKIO (AP) — Mercedes Pérez prometió que Tokio sería finalmente el escenario para colgarse una medalla olímpica en la halterofilia.
Después de todo, la pesista colombiana, de 33 años, había quedado cuarta y a unos cuantos kilogramos de lograrlo en Río 2016, y la actual justa se le presentaba como su última oportunidad.
Era una de las esperanzas de presea de Colombia, que días antes subió al podio con la medalla de plata del también pesista Luis Javier Mosquera, que de paso fue el noveno metal conseguido por el país sudamericano en ese deporte en Juegos Olímpicos.
Pero el martes no fue el mejor día para la veterana Pérez en la competencia femenina de los 64 kilogramos. Un tanto desconcentrada y poco fina en su técnica, la oriunda de Santa Marta volvió a quedarse a un peldaño de atrapar el bronce. Y otra vez, como le sucedió hace cinco años en Brasil, se retiró en el cuarto lugar y con el diploma de resignación.
Pérez se arrodilló en el piso y se retorció hacia atrás mientras estallaba en llanto, luego de no poder levantar —para la medalla— 131 kilos en su segundo y último intento en el envión. Terminó con un total de 227 kilos, al igual que la británica Sarah Davies, tres kilos menos que la china Wen-Huei Chen, que se llevó el bronce.
La canadiense Maude Charron y la italiana Giorgia Bordignon se alzaron con el oro y plata, con 236 y 232 kilos, respectivamente.
La colombiana, que había quedado octava en su primera justa en Beijing 2008, tuvo un mal inicio en el arranque, en que sólo pudo levantar 101 kilos. Y, luego, en su especialidad —envión— se quedó con los 126 kilos que alzó en su primer intento.
“¡Grande Mercedes!”, tuiteó el Comité Olímpico de Colombia al agradecerle el cuarto lugar.