TOKIO (AP) — La primera incursión olímpica de Diego Schwartzman lo citó con un par de rivales desconocidos que ni siquiera asoman entre los 100 primeros del escalafón mundial.
Tuvo que sufrir más de lo esperado, transpirar en el agobiante calor del verano de Japón, para acceder a los octavos de final. Ha quedado como el único argentino en carrera de los cuadros de individuales de Tokio 2020.
Octavo cabeza de serie, Schwartzman doblegó el martes 6-4, 7-5 a Tomas Machac, un checo que inició la semana como el 148 del ránking. Dos días antes, en su debut, los parciales fueron inversos, al vencer 7-5, 6-4 al peruano Juan Pablo Varillas, 125 en la lista de la ATP.
Cuando las únicas referencias del rival son videos de YouTube, el trámite puede ser traicionero.
“No sabes dónde va a sacar en los momentos importantes, qué tiros tira mejor que otros cuando va perdiendo", dijo Schwartzman.
Lo que le frustró más fue que el partido en Parque de Tenis Ariake se extendió un poco más de dos horas, dejando escapar oportunidades para romper servicio que hubieran acelerado la definición. Dispuso de 15 bolas de quiebre y capitalizó cinco.
“Es una mezcla de mérito de él y un poco pasividad de mi lado hizo que esas chances no las pudiera ganar más rápido y que el partido se estiró”, dijo Schwartzman.
La historia será distinto en cuanto a su próximo oponente. Se encontrará con Karen Khachanov, el 12do cabeza de serie, potente sacador y que juega bajo la denominación del Comité Olímpico Ruso. El argentina domina 2-1 en el historial directo.
Schwartzman quiere pasar más días en Tokio.
Ansiaba la experiencia olímpica desde el sinsabor que le dejó afuera del equipo argentino que compitió en los Juegos de Río 2016.
Sus compatriotas Juan Martín Del Potro y Juan Mónaco hicieron uso del ránking protegido para participar. Del Potro acabó llevándose una medalla de plata.
“Fue una decepción grande”, dijo Schwartzman. “Lo miré por televisión y disfruté la medalla que sacó Del Potro. Fue una pena. Era muy cerca de casa, tenía mucha ilusión de ir”.
“A partir de ahí miraba con entrar a Tokio, por suerte cada año lo hice un poco mejor en mi carrera y me acerqué a estos Juegos”, añadió.
Mejor en el sentido que alcanzó las semifinales de Roland Garros en 2020, así como los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos en 2017 y 2019. Irrumpió entre los 10 mejores del mundo el año pasado, alcanzando el tope personal de octavo.
También tuvo que esperar el año adicional tras el aplazamiento por la pandemia de coronavirus.
Siempre tuvo fijo venir a Tokio.
“Todo es espectacular”, dijo al explayarse sobre sus días olímpicos. “Hay muchas ganas de charlar con otros deportistas, ver otros deportes, convivir en la villa con mucha gente, eso hace que el día sea más largo y muy lindo, pero a la vez cansador y creo que lo estoy disfrutando mucho. Estoy aprovechando cada día y esperemos que pueda durar muchos días acá ganando muchos partidos”.