Naciones Unidas pidió este lunes terminar con las ejecuciones en Sudán del Sur tras haber contabilizado la muerte de al menos 42 personas en este tipo de actos, incluidos menores.
La misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS) documentó desde marzo 42 ejecuciones extrajudiciales en las zonas de Warrap (noroeste) y los estados de los Lagos, regiones con numerosos conflictos intracomunitarios en las que el Estado tiene poco control.
La misión de la ONU asegura que entre las víctimas había ancianos y adolescentes que estaban encarcelados o en custodia policial y fueron asesinados sin un juicio justo.
"Testigos directos aseguran que algunos fueron llevados a áreas remotas, atadas a árboles y ejecutadas por un pelotón de fusilamiento. En algunos casos, los cadáveres se dejaron allí como ejemplo para la comunidad", indicó un comunicado de UNMISS.
La ONU solicitó al ministerio de Justicia de Sudán del Sur que investigue y persiga a los responsables, y también expresó sus preocupaciones a los responsables locales de ambos estados.
Recién cumplidos diez años de su independencia en 2011, el gobierno de Sudán del Sur sufre para asegurar el control del país, con numerosas zonas fuera de su control y sujetas a conflictos entre etnias y comunidades.
El país de 12 millones de habitantes se vio inmerso en una guerra civil tras su independencia que dejó casi 400.000 muertos y terminó con un alto el fuego en 2018, aunque la paz es frágil.
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