Actualiza con declaración de Ghannouchi, ejército impide acceso a la Kasbah, reacciones internacionales ///Túnez, 26 Jul 2021 (AFP) - Varios enfrentamientos sacudieron este lunes las inmediaciones del Parlamento tunecino, un día después de que el presidente Kais Saied suspendiera la actividad parlamentaria y destituyera al primer ministro, sumiendo a la joven democracia en una crisis política. El ejército también rodeó la sede de la presidencia del gobierno, la Kasbah, e impidió la entrada de sus trabajadores, afirmaron funcionarios a la AFP. El domingo por la noche, tras una jornada de manifestaciones en numerosas ciudades del país, el presidente Saied anunció que "suspendía" la actividad del Parlamento durante 30 días. Asimismo, anunció que se hará cargo del poder ejecutivo "con la ayuda del gobierno", tras una reunión de emergencia con responsables de las fuerzas de seguridad, en el palacio presidencial de Cartago. Además, destituyó al jefe del gobierno, Hichem Mechichi, en un contexto de fuerte descontento popular por la gestión de la crisis social y sanitaria por parte del Ejecutivo.El partido gobernante, Ennahdha -de orientación islamista-, criticó duramente la medida de Saied, que denunció como "un golpe de Estado contra la revolución y contra la Constitución", según un comunicado.La decisión del presidente también fue denostada en el extranjero.Turquía, aliada de Ennahdha, pidió que se restaure la "legitimidad democrática" y Alemania reclamó el "regreso del orden constitucional lo más rápidamente posible".Asimismo, Berlín también exigió el "respeto de las libertades civiles, que es uno de los logros más importantes de la revolución tunecina" de 2011, que suele ser presentada como la única exitosa de la Primavera Árabe. - "Protectores de la Constitución - Varios centenares de simpatizantes de Saied y de Ennahdha se enfrentaron mutuamente este lunes con piedras y botellas delante del Parlamento, en la ciudad de Túnez, observaron periodistas de la AFP.Rached Ghannouchi, jefe de Ennahdha y presidente del Parlamento, que llevaba horas estacionado en un vehículo frente a la puerta cerrada del Parlamento, no consiguió entrar en el edificio porque los militares desplegados para custodiar la cámara se lo impidieron. "¡Queremos entrar en el Parlamento! [...] Somos los protectores de la Constitución", dijo la vicepresidenta de la Asamblea, Samira Chaouachi, del partido aliado Qalb Tounes, a los soldados desplegados detrás de la puerta del Parlamento, cerrada, según un video publicado por medios locales y que fue difundido en redes sociales."Nosotros somos los protectores de la nación", respondió uno de los militares, que agregó que se limitaba a cumplir "órdenes".Estas medidas buscan "cambiar la naturaleza del régimen político en Túnez y transformarlo de un régimen democrático parlamentario en un régimen presidencial, individual y autoritario", consideró Ghannouchi en una declaración publicada en la página oficial de Ennahdha. Saied declaró que la Constitución no le permite disolver el Parlamento pero que sí que le permite suspender su actividad, según el artículo 80, en caso de "peligro inminente".Ese artículo se aplica durante 30 días, al cabo de los cuales la Corte Constitucional debe decidir si prolonga su vigencia o no. Sin embargo, esa institución todavía no se ha podido poner en marcha a causa de la agitada vida política de Túnez desde que se aprobó la Constitución, en 2014. - Pulso - Rached Ghannouchi y el presidente Saied se hallan inmersos en un pulso político desde hace seis meses, que ha paralizado el gobierno y perturbado a los poderes públicos, en medio de la ola de contagios de covid-19 que sacude Túnez desde principios de julio.Con casi 18.000 muertos por coronavirus, el país, de 12 millones de habitantes, presenta una de las peores tasas de mortalidad del mundo.Después del discurso de Saied, miles de tunecinos, enojados por las luchas de poder y la cuestionada gestión de la crisis social y sanitaria por parte del gobierno, salieron a la calle a pesar de un toque de queda, lanzando fuegos de artificio y haciendo sonar las bocinas de sus autos en la capital Túnez y otras ciudades."Ese es el presidente que nos gusta", exclamó Nahla, una mujer de unos 30 años envuelta en la bandera de Túnez en medio de una multitud. A su lado, un tunecino se preocupaba por el posible "nacimiento de un nuevo dictador".Además de Ennahdha, las formaciones de su coalición, Qalb Tounes y el movimiento islamista nacionalista Karama, también condenaron las decisiones de Saied. En la oposición, la Corriente Democrática, un partido socialdemócrata que ha apoyado a Saied en varias ocasiones, también rechazó la medida, aunque la achacó a "la tensión popular y a la crisis social, económica y sanitaria y a falta de horizontes de la coalición en el poder dirigida por Ennahdha". pho-kl/awa/jvb/mb -------------------------------------------------------------