En Tokio-2020, dos hermanos sirios compiten uno por su país y otro en equipo de refugiados

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La imagen ha emocionado a los internautas de todo el mundo: dos hermanos sirios, Mohamad y Alaa Maso, abrazándose durante la ceremonia de apertura de Tokio-2020, algo que no sería tampoco inusual de no ser porque el primero compite con la delegación oficial de este país y el otro forma parte del equipo de refugiados.

Al revés de lo publicado por algunos medios e internautas, los dos hermanos no llevan separados durante años como consecuencia del conflicto armado que vive Siria desde 2011.

Ambos, originarios de Alepo, residen en Alemania desde que abandonaron su Siria natal para embarcarse en un peligroso viaje a Europa, según el sitio oficial de Tokio-2020.

Sus padres siguen viviendo en Siria.

El mayor de los dos, Mohamad (28 años), competirá en la prueba de triatlón el lunes bajo la bandera de su país y forma parte de la delegación oficial de Siria.

Alaa (21 años) competirá en natación, formando parte de los refugiados.

"La foto ha tomado una dimensión que no hubiésemos podido ni imaginar", reconoce Safwan al-Hindi, responsable de la comunicación del Comité Olímpico de Siria, que acompaña la pequeña delegación de este país presente en Japón.

"Mohamad y Alaa viven juntos en Alemania, llegaron juntos a Tokio", destacó este responsable, precisando que "una gran parte de su familia sigue viviendo en Siria".

- Abrazo en la apertura -

El abrazo fotografiado fue un gesto "espontáneo entre dos hermanos", añadió Hindi, que criticó que "ciertos medios y algunos en las redes sociales han llevado la historia por otra dirección".

Al-Hindi aseguró también que fue Alaa quien decidió competir por el equipo de refugiados, pero que no fue porque fuese rechazado por el equipo nacional sirio.

La AFP ha tratado de contactar con Mohamed Maso para una entrevista, pero declinó ofrecerla para no desconcentrarse de cara a su participación en el evento olímpico.

La delegación en Tokio-2020 está formada por seis deportistas, entre ellos una sola mujer, Hend Zaza, la deportista más joven de todos los participantes en el evento (12 años), quien ya se despidió en el torneo de tenis de mesa, y cinco hombres: Majd Eddin Ghazal (atletismo/salto alto), Maan Asaad (halterofilia), Ahmad Hamcho (Equitación/salto de obstáculos), Ayman Kelzieh (natación) y Mohamad Maso(triatlón).

En el equipo de los refugiados hay otros participantes originarios de Siria, como la nadadora Yusra Mardini, que ya formó parte de esta delegación en Rio-2016, la primera vez que competía un equipo formado por exiliados políticos.

Desde su primera participación olímpica en 1948 en Londres, Siria ha logrado tres medallas y un solo título olímpico, el que logró la haltera Ghada Shouaa, oro en Atlanta-1996.

ac/tgg/mcd/psr

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