Por Renju Jose y Jonathan Barrett
SÍDNEY, 20 jul (Reuters) -Más de la mitad de los 25 millones de habitantes de Australia estaban confinados el martes después de que un tercer estado adoptara restricciones al movimiento para frenar la variante delta del coronavirus, altamente contagiosa.
Los contagios y las muertes en Australia son muy inferiores a los de otros países desarrollados, pero la aplicación de las restricciones, provocada por una floja campaña de vacunación, está presionando al Gobierno federal, con los niveles de aprobación tocando su punto más bajo en un año y a pocos meses de la celebración de las elecciones.
Australia Meridional, un estado de 1,8 millones de habitantes, impuso un confinamiento de siete días tras detectar cinco infecciones vinculadas a una persona que volvió de viaje, al igual que el vecino estado de Victoria amplió por una semana las restricciones de cinco días al no haber logrado detener los nuevos casos.
"Odiamos poner estas restricciones, pero creemos que tenemos una oportunidad para hacerlo bien", dijo a la prensa el jefe del Gobierno de Australia Meridional, Steven Marshall.
La mayor ciudad del país, Sídney, donde comenzó el último brote de la variante delta antes de extenderse a otros lugares, se encuentra en la cuarta semana de un bloqueo de cinco semanas. Tres centros regionales fueron añadidos al confinamiento tras detectarse test positivos.
Sídney es la capital de Nueva Gales del Sur, donde el martes se registraron 78 nuevos casos frente a los 98 del día anterior, lo que supone la mayor caída diaria desde que la ciudad fue puesta bajo confinamiento.
Al menos 21 de los nuevos casos registrados fueron contagios comunitarios. Las autoridades han dicho que esa cifra debería estar cerca de cero si las restricciones de la capital se levantan en la fecha prevista del 30 de julio.
"Estamos viendo más hospitalizaciones, más ingresos en la UCI, más personas con respiradores; tenemos que detener la propagación de la COVID", dijo en Sídney Kerry Chant, jefe de sanidad del estado, refiriéndose a las unidades de cuidados intensivos.
Noventa y cinco personas con COVID-19 están hospitalizadas en el estado, 27 de ellas en cuidados intensivos y 11 con respiradores. Las cinco muertes del estado en el último brote elevan la cifra nacional a 915, con un recuento de algo más de 32.000 infecciones.
(Información de Renju Jose, Jonathan Barrett y Byron Kaye; editado por Michael Perry y Clarence Fernandez; traducido por José Muñoz y Michael Susin)