BUDAPEST (AP) — Los legisladores de oposición en Hungría exigieron una investigación sobre los hallazgos de una pesquisa internacional en torno a que el gobierno de derecha de la nación europea utilizó un poderoso malware para espiar a periodistas, políticos y empresarios.
La investigación realizada por un consorcio mundial de medios de comunicación mostró que en Hungría se utilizó un spyware de grado militar del NSO Group, una empresa con sede en Israel formadas por a sueldo, para infiltrarse en los dispositivos digitales de varias personas importantes incluidos al menos 10 abogados, un político de la oposición y unos cinco periodistas.
Los resultados de la investigación, encabezada por la organización francesa de periodismo sin fines de lucro, Forbidden Stories, fueron publicados el domingo, provocando que tres miembros de la comisión de seguridad nacional del Parlamento de Hungría convocaran una sesión de emergencia para cuestionar a las agencias del gobierno sobre su posible participación en el espionaje.
Janos Stummer, el presidente de la comisión y legislador del partido de derecha de la oposición Jobbik, comentó a The Associated Press que la vigilancia descrita en la investigación “no es admisible en un Estado de derecho”.
La comisión interrogará a las agencias de seguridad nacional y de inteligencia de Hungría, señaló y añadió que la mayoría de los miembros de la comisión son legisladores del partido gobernante que podrían bloquear la investigación al boicotear la sesión.
“Nuestra perspectiva es que si nos quedamos callados estaríamos esencialmente reconociendo que el gobierno está efectivamente involucrado en esto”, señaló Stummer.
La investigación, realizada a partir de una lista de más de 50.000 números telefónicos obtenidos por Forbidden Stories y el grupo de derechos humanos Amnistía Internacional, identificó que más de 1.000 individuos en 50 países fueron supuestamente elegidos por clientes de NSO para ser vigilados.
El spyware, Pegasus, se infiltra en los teléfonos para obtener datos personales y de ubicación y controlar subrepticiamente los micrófonos y las cámaras del teléfono. En el caso de periodistas, permite que los hackers espíen las comunicaciones del reportero con sus fuentes.