A tres días de la inauguración de los Juegos de Tokio, el Comité Olímpico Internacional (COI) se olvidará por un momento de la edición actual para preparar el martes y miércoles el futuro del olimpismo, los Juegos de 2026 en Milán y los de 2032, posiblemente en Brisbane
Tras dos asambleas generales virtuales, en julio de 2020 y marzo de 2021, las reuniones de los 102 miembros del COI en la capital japonesa marcarán su renovado optimismo ante la crisis sanitaria, dado que lograron mantener la competencia de Tokio pese a la pandemia.
Pero oficialmente, la edición actual de los Juegos -que enfrenta desafíos inéditos como una oleada de restricciones, contagios crecientes de covid-19 y un clima sombrío por los eventos a puertas cerradas- no está en la agenda de la 138 sesión del COI.
Los miembros de la organización deberán en cambio tomar dos decisiones típicas de las preocupaciones del movimiento olímpico: asegurar las ciudades sede de los Juegos pese a la crisis de candidaturas, y modernizar sus programas deportivos.
Como lo anunció en junio la comisión ejecutiva del COI, la sesión deberá aprobar la asignación de los Juegos Olímpicos de Verano de 2032 a Brisbane, Australia.
- Brisbane, a hurtadillas -
Su designación sin competencia puede sorprender, sin la tradicional ceremonia de votación entre las ciudades candidatas a recibir los Juegos, con su costoso cabildeo tras bastidores.
Pero una reforma adoptada en 2019 permite al COI iniciar un "diálogo focalizado" con un candidato "preferencial", con la intención de neutralizar la creciente reticencia de las ciudades a organizar los Juegos.
Brisbane, ayudada por la influencia del vicepresidente australiano del COI, John Coates, se ha beneficiado desde febrero de esta reforma.
En junio, el presidente del COI, Thomas Bach, exaltó su postulación "irresistible" y "el amor" de los australianos por el deporte.
La capital del estado australiano de Queensland, que fue candidata para la edición de 1992, promete "84% de los sitios existentes y temporales", un criterio clave para la instancia olímpica, que ahora quiere evitar los elefantes blancos.
Su designación con casi 11 años de anticipo molestó a Catar, que también está en la contienda para 2032, mientras que Seúl y Pyongyang oficializaron en abril su candidatura común, después de dos ediciones en Europa y Estados Unidos, París-2024 y Los Angeles-2028.
Pero antes de la votación prevista para el miércoles, los miembros del COI se pronunciarán sobre la entrada del esquí alpino a los Juegos de Invierno de 2026 de Milán y Cortina como deporte adicional.
Preocupados por renovar el público que les garantice sus futuros ingresos televisivos, el COI prueba regularmente nuevas disciplinas consideradas espectaculares, como el esquí cross, incluido en los Juegos de Vancouver-2010.
La inclusión del esquí alpino como deporte olímpico recuerda la llegada del surf a los Juegos de Verano este año en Tokio.
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