ISLAMABAD (AP) — Diplomáticos afganos están en Qatar el domingo hablando sobre un posible acuerdo de paz con el Talibán, cuyo líder emitió un comunicado afirmando que desea una solución política a las décadas de guerra del país asiático.
Aun así, hay escasos indicios de que llegará a un acuerdo, en momentos en que arden batallas en varias regiones y ciudades de Afganistán, mientras miles de personas piden visas para salir del país.
Muchas personas temen que la retirada final de las tropas de Estados Unidos y de la OTAN sumirán al país en un caos aún peor.
Hay varias milicias aliadas de Estados Unidos que están combatiendo al Talibán, pero sus líderes tienen reputación de brutalidad y sus miembros son leales únicamente a su tribu.
Ello ha despertado temores de que se agravarán las discrepancias entre los múltiples grupos étnicos de Afganistán. La mayoría de los integrantes del Talibán son de la etnia pashtún y en el pasado han abundado las brutales represalias entre un grupo étnico contra otro.
En la declaración antes del feriado islámico de Eid al Adha que empieza el martes, Maulaui Hibatula Akhundzada, líder del Talibán afirmó que dicha agrupación favorece un arreglo negociado.
“A pesar de los avances y victorias militares, (el Talibán) favorece enfáticamente un arreglo político en el país, y toda oportunidad para establecer un sistema islámico”, aseveró.
El gobierno afgano envió una delegación encabezada por Abdula Abdula, el jefe del consejo de reconciliación, a Doha, en un intento por rescatar las negociaciones que llevan meses estancadas.
El comunicado de Akhunzada hace referencia a la imposición de un sistema islámico pero no da detalles de lo que eso significa ni en qué se diferencia del sistema político actual en Afganistán.