JOHANNESBURGO (AP) — La policía y el ejército se esforzaban el miércoles por imponer el orden en barrios pobres de Sudáfrica donde continuaban los disturbios y saqueos provocados por el encarcelamiento del expresidente Jacob Zuma la semana pasada.
Se registraron más de 200 incidentes violentos en las provincias de Kwa-Zulu-Natal y Gauteng durante la noche, dijo el gobierno.
Sumaban 5.000 los efectivos militares enviados a apoyar a las fuerzas del orden después de días de motines en los que han muerto más de 72 personas y se arrestó a 1.234, según la policía. Muchas muertes fueron provocadas por estampidas caóticas cuando miles de personas saqueaban las tiendas de alimentos, electrodomésticos, bebidas alcohólicas y ropa, dijo el mayor general de la policía, Mathapelo Peters.
La violencia estalló la semana pasada cuando Zuma empezó a purgar una condena de 15 meses por desacato al negarse a cumplir una orden judicial de declarar en una investigación de corrupción presuntamente cometida durante su presidencia, de 2009 a 2018.
Las protestas en Gauteng y Kwa-Zulu-Natal escalaron hasta volverse una ola de robos en los municipios, aunque no se han extendido a las siete provincias restantes, donde la policía está en alerta.
El miércoles parecía imperar un orden tenso en Gauteng, la provincia más poblada de Sudáfrica, que incluye Johannesburgo, la ciudad más grande.
“Puedo confirmar que reina la calma en Gauteng”, dijo el coronel del ejército Mmathapelo Maine cerca del gran centro comercial Maponya en el barrio de Soweto, rodeado por soldados con fusiles.
“Tenemos el control de la situación y lo logramos con la cooperación de la comunidad”, dijo Maine.
Al otro lado de la calle, decenas de vecinos hacían fila para comprar pan de un camión que lo vendía directamente a la gente en lugar de llevarlo a los negocios, todos cerrados.
El presidente Cyril Ramaphosa se reunió online el miércoles con los dirigentes de los partidos representados en la Asamblea Nacional y los exhortó a colaborar en la restauración del orden.
Ramaphosa ha realizado consultas con “distintos sectores de la sociedad para elaborar una respuesta de toda la sociedad a los estallidos de violencia pública y daños económicos”, dijo su vocero Tyrone Seale.