MADRID, 14 (CHANCE)
Un año después del anuncio de su separación, Enrique Ponce y Paloma Cuevas estarían a punto de firmar el divorcio, tal y como publica este miércoles la revista Hola. Según la publicación, el acuerdo es inminente y, como no podía ser de otra manera, se producirá en términos amistosos, ya que gracias a la buena disposición y a la generosidad de la empresaria, se ha logrado de manera satisfactoria el reparto de los bienes que el matrimonio tenía en común.
Una gran noticia para el valenciano, que tras su reciente e inesperada retirada de los ruedos de manera indefinida, tendría así vía libre para pasar por el altar con Ana Soria, con quien vive el momento más dulce de su relación una vez olvidados los rumores de ruptura que les han perseguido en las últimas semanas.
Y es que, nada más lejos que la palabra crisis define en estos momentos el noviazgo de Enrique y Ana que cada vez más enamorados y cómplices, disfrutan de unos días de rélax en Almería, tierra natal de la joven estudiante de Derecho, donde la pareja ha instalado su residencia y donde viven su amor al margen del foco mediático en el que tan a disgusto se sienten.
Compartiendo muestras de cariño, abrazos y besos en la proa de su embarcación, el torero y su novia disfrutaron de una jornada en alta mar de lo más divertida en la que demostraron que su relación pasa por uno de sus mejores momentos. Aprovechando la jornada también para refrescarse con un baño, Enrique estuvo muy pendiente de su chica en todo momento y es que, a juzgar por las imágenes, la pareja se compenetra a la perfección a pesar de la gran diferencia de edad que existe entre ellos. Presumiendo de espectacular cuerpo en traje de baño, Ana eligió para la ocasión un biquini en color rojo y blanco que combinó a la perfección con pareo en negro.
Ponce y Ana, más enamorados que nunca, nos han regalado unas románticas y apasionadas escenas en alta mar que demuestran qu viven el momento más dulce de su historia de amor cuando están a punto de celebrar su primer aniversario oficial como pareja y que, tras la retirada de los ruedos del torero, viven uno de los veranos más relajados y especiales de sus vidas.