José Mourinho luce sonriente, bromea, viaja en motoneta y está listo buscar soluciones a los problemas de su nuevo club. Algunas cosas parecen haber cambiado en el técnico portugués, otras siguen iguales.
En su primera conferencia de prensa como técnico de Roma, Mourinho sacó a relucir su determinación y su caracter quisquilloso cuando se le insinuó que ya no era un técnico de elite.
“Con mis tres últimos clubes: Campeón de liga con Chelsea, tres copas (con Manchester United), una final con Tottenham”, expresó. “Lo que otros consideran un desastre para mí, nadie lo ha hecho en su vida. Peró así son las cosas. Siempre hago las cosas mal”.
Mourinho firmó por tres años con la Roma. Si bien piensa que no necesita revivir su carrera, dejó otra vez un plantel desmotivado, frustrado con sus tácticas, cuando se desvinculó del Tottenham en abril.
Mourinho cosechó tres títulos en una misma temporada con el Inter en su paso previo por Italia, incluida la liga italiana y la Liga de Campeones. También tuvo éxito con Porto, Real Madrid, Chelsea y Manchester United.
Pero fue despedido por United en el 2018 y se fue mal de Tottenham.“Soy una víctima de lo que he hecho, de la forma en que me ve la gente”, dijo Mourinho. “Por ejemplo, con Manchester United gané tres trofeos y fue un desastre. A Tottenham lo llevé a una final de copa —que no me dejaron jugar— y fue un desastre. Lo que para mí es un desastre, para otros es un logro fantástico”.
En la mayor parte de la conferencia de prensa, no obstante, el portugués de 58 años se mostró relajado, el mismo estado que exhibe desde su llegada a Roma la semana pasada.
Ha estado compartiendo videos en las redes sociales, incluido uno en el que se lo ve llegar a los entrenamientos de la Roma en una emblemática Vespa.
El jueves bromeó con los periodistas y retiró unos paneles de plástico que hacían mucho ruido por el viento.
Tomó las riendas de un equipo que terminó séptimo en la Serie A, a 29 puntos del campeón, el Inter. Y que no gana trofeo alguno desde el 2008, en que se llevó la Copa de Italia.
“Esa es la realidad. Terminó a 16 puntos del cuarto”, dijo Mourinho. “Tenemos que ver qué pasó y cómo podemos mejorar las cosas. Eso va a tomar tiempo, algo en lo que hice hincapié en mi primera reunión con los propietarios” del club.
Acto seguido expresó optimismo y cuando se le preguntó cómo se veía en tres años, cuando caduque el contrato, respondió: “Celebrando algo”.