SANTIAGO (AP) — La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) dijo el jueves que los gobiernos locales deben mantener las transferencias de emergencia a la población más vulnerable para impedir un mayor crecimiento de la pobreza impulsada por la pandemia en una región que presenta enormes brechas de vacunación.
En el documento “La paradoja de la recuperación en América Latina y el Caribe. Crecimiento con persistentes problemas estructurales: desigualdad, pobreza, poca inversión y baja productividad”, CEPAL precisa que en 30 países de la región, sólo el 13,6% de la población tiene un esquema de vacunación completo, mientras que en la Unión Europea el porcentaje es de 34,9% y en América del Norte 46,3%. Para enfrentarlo, “se requiere cooperación e integración”.
En una región de 654 millones de habitantes, la tasa de pobreza extrema habría alcanzado en 2020 el 12,5%, es decir a 78 millones de personas, ocho millones más que en 2019, mientras la pobreza llegaría al 33,7%, lo que afecta a 209 millones, 22 millones más que el año anterior. “Sin transferencias, la pobreza hubiera sido mayor”.
A pesar del deterioro en los indicadores fiscales, la persistencia de la pandemia, el lento crecimiento, los aumentos de la pobreza y la desigualdad, y la lenta recuperación del mercado de trabajo, “la continuidad de las transferencias de emergencia es crucial. Los beneficios de la recuperación económica no serán suficientes para enfrentar la crisis sanitaria y social”, afirma CEPAL. Las transferencias de emergencia favorecieron a 326 millones de personas, el 49,4% de la población regional.
“Sin la continuidad de los programas de protección social de emergencia, un gran número de personas no podrá satisfacer sus necesidades básicas a consecuencia de la insuficiente disponibilidad de empleos y los reducidos ingresos laborales, que se encontrarían en niveles inferiores a los observados antes de la pandemia”, advierte.
La economía de la región registró el año pasado la mayor contracción en más de un siglo, alcanzando una caída de 6,8% del PIB, lo que representa “el peor desempeño entre las regiones en desarrollo”, dice CEPAL en el informe difundido por su directora ejecutiva, Alicia Barcena. Para 2021 se espera un crecimiento de 5,2%. “Esta expansión no alcanzará para asegurar un crecimiento sostenido ya que los impactos sociales de la crisis y los problemas estructurales de la región se han agudizado y se prolongarán durante la etapa de recuperación”, anticipó. Para 2022 pronostica una expansión de 2,9%, “lo que implica una desaceleración respecto al rebote de 2021”, indica.
Ante los severos efectos desatados por las medidas para frenar la pandemia, los países anunciaron en 2020 medidas fiscales “sin precedentes” que promediaron el 4,6% del PIB regional que atenuaron las repercusiones de la crisis. Sin embargo, “las brechas estructurales aumentaron: desigualdad, pobreza, brechas de género, informalidad, espacio fiscal limitado, baja productividad y fragmentación de los sistemas de protección social y salud”, dice CEPAL.
CEPAL también destaca los efectos negativos de la pandemia en la educación. “La educación a distancia tiene límites: ha agudizado las brechas educativas estructurales y aumentado los riesgos de abandono escolar”. Precisa que hasta el 31 de mayo de 2021, de los 33 países de la región, ocho mantenían las escuelas cerradas y 18 parcialmente cerradas y sólo en siete los colegios funcionan presencialmente.
“Los efectos de la brecha digital se han ampliado en el caso de las poblaciones rurales y de menores ingresos que tienen menos acceso a conectividad y menos habilidades para aprovechar este tipo de tecnologías. Esto es particularmente importante en la medida en que 66 millones de hogares de la región no cuentan con conexión a la Internet”, señala CEPAL. Agrega que “la crisis sanitaria prolongada tendrá consecuencias de largo plazo en estas generaciones de niños, niñas, adolescentes y jóvenes”, puntualiza el documento.
Si nosotros no les damos continuidad a las transferencias de emergencia, “habrán 15 millones más de personas en pobreza extrema”, advirtió Barcena. Añadió que si se continúa con el 100% de las ayudas, la pobreza podría bajar de 209 a 198 millones de personas y la pobreza extrema disminuir de 78% a 74,2% millones de latinoamericanos.