BCE suma su influencia a la batalla contra el cambio climático

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Foto de archivo del logo del BCE en la sede de la entidad en Francfort. Abril 26, 2018. REUTERS/Kai Pfaffenbach

Por Balazs Koranyi

FRÁNCFORT, 8 jul (Reuters) - El Banco Central Europeo (BCE) dio a conocer el jueves sus planes para tener más en cuenta los efectos del cambio climático en sus decisiones de política monetaria, el más reciente de una serie de pasos de los grandes bancos centrales que reconocen su rol en la lucha contra el calentamiento global.

La medida de la autoridad financiera más poderosa de Europa se produjo antes del lanzamiento la próxima semana de un paquete de nuevas políticas de reducción de carbono por parte de la Unión Europea, mientras se esfuerza por liderar al mundo en la ecologización de la economía.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, quien ha hablado apasionadamente sobre la necesidad de la acción climática y ha compartido escenarios con ambientalistas como David Attenborough, ha convertido en una prioridad de su mandato establecer el papel del banco en el campo.

Paralelamente, el organismo anunció una meta de inflación del 2% en la zona euro, por encima del objetivo previo y de larga data de "apenas por debajo del 2%".

Al establecer intervenciones que lo inclinarán más hacia el cuidado del medio ambiente en relación a la Reserva Federal de Estados Unidos, el BCE dijo que el cambio climático sería un factor en la política relacionada con la divulgación de información financiera, evaluación de riesgos, garantías y sus compras de activos del sector corporativo.

"De cara al futuro, el BCE ajustará el marco que guía la asignación de las compras de bonos corporativos para incorporar criterios de cambio climático, en línea con su mandato", indicó.

"Estos incluirán la alineación de los emisores de gases con, como mínimo, la legislación de la UE que implementa el acuerdo de París a través de métricas relacionadas con el cambio climático o compromisos de los emisores con tales objetivos", agregó en un comunicado.

La UE se ha fijado el objetivo de reducir las emisiones netas en un 55% para 2030, en un esfuerzo por limitar el calentamiento global muy por debajo de los 2 grados Celsius desde los niveles preindustriales, como se establece en el histórico Acuerdo de París de 2015.

"Otros bancos centrales leerán esto y pensarán detenidamente en cómo pueden mostrar un compromiso similar con la política monetaria ecológica", dijo Paul Diggle, economista jefe adjunto de Aberdeen Standard Investments.

Si bien Lagarde enfatizó que la política de cambio climático debía ser dirigida por gobiernos y parlamentos, indicó que el BCE tenía el deber de actuar debido a los riesgos para la estabilidad financiera que plantean los trastornos ambientales, a fin de poner a la economía sobre una senda sostenible.

"No son solo palabras (...) Es un compromiso de todo el consejo de gobierno (del BCE)", dijo en una rueda de prensa sobre el foro compuesto por los jefes de los bancos centrales nacionales de la zona euro de 19 miembros.

Otras decisiones del BCE anunciadas el jueves incluyeron:

- Desarrollo de nuevos modelos y análisis para monitorizar las implicaciones del cambio climático y las políticas relacionadas.

- Desarrollo de nuevos indicadores, que cubran los instrumentos financieros verdes y la huella de carbono de las instituciones financieras, así como su exposición a los riesgos relacionados con el clima.

- Un plan detallado a partir del próximo año para exigir divulgaciones relacionadas con el cambio climático para su elegibilidad como garantía y compra de activos.

- Pruebas de resistencia climática en 2022 del balance del Eurosistema, que comprende el propio BCE y los bancos centrales nacionales de los 19 miembros de la zona del euro.

(Reporte adicional de Huw Jones y Simon Jessop en Londres. Editado por Hugh Lawson Editado en español por Marion Giraldo y Tomás Cobos)

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