Buenas herramientas y bien cuidadas, claves para trabajar en casa

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ILUSTRACIÓN - Una escalera es
ILUSTRACIÓN - Una escalera es más segura que una banqueta o silla inestable. Pero hay que cuidar que la escalera tenga un apoyo firme. Foto: Christin Klose/dpa

Caídas desde una escalera o un banquito tambaleante, accidentes con la sierra circular o tropiezos con cables tirados por ahí: estas cosas pueden generar lesiones, en parte muy serias, a los aficionados al bricolaje.

Y eso que no es tan difícil generar más seguridad en casa. "Es como al cocinar", dice Mareike Hermann de una academia de bricolaje de la ciudad alemana de Colonia. "Antes de empezar, se busca la receta y se preparan todos los ingredientes".

Por eso, Hermann aconseja: "También cuando trabajamos en casa,  deberíamos tener un panorama general". ¿Qué tengo que hacer? ¿Qué herramientas y materiales necesito y cuánto tiempo tengo?

En la realidad, esto muchas veces no sucede así. "A menudo se subestima el bricolaje. Colgar rápido un cuadro, no hay problema. Con pantuflas sobre una silla tambaleante y listo. Y, zas, ccurre el accidente", advierte Hermann.

También señala que las sillas giratorias, las cajas de cerveza y las mesas son inapropiadas para subirse a ellas y trabajar en altura.

Mejor es utilizar una escalera. Además, es importante evaluar bien los peligros y el proceso. "Una hora de trabajos en casa requiere en promedio de hora y media de preparación", estima Susanne Woelk, que integra una organización centrada en la seguridad en casa.

Quien quiera pintar su living (salón) el fin de semana, deberá calcular algunas horas para los preparativos y para sacar los muebles. "Todos los materiales, herramientas, máquinas y aparatos deberían estar al alcance de la mano y en estado impecable", aconseja Woelk. A veces también es aconsejable pedir prestada una máquina o determinada herramienta a un vecino o amigo.

Pero no solo es importante tener la herramienta adecuada: guantes de protección, protección para las vías respiratorias y los oídos, gafas protectoras y zapatos de trabajo pueden evitar lesiones. "El equipo de protección individual es obligatorio en el ámbito profesional, pero lógicamente también muy útil en casa", dice Woelk.

La ropa de trabajo debería ser robusta y, en lo posible, ceñida. "Si está muy suelta, puede ser muy peligrosa, por ejemplo, si las mangas anchas o una bata abierta se enganchan en una máquina en funcionamiento", explica Woelk.

Por otra parte, el orden es el mejor camino al éxito. Quien trabaje en casa necesita libertad de movimiento. Cables tirados, herramientas desparramadas por el suelo, una silla o un balde que está en el camino son trampas que pueden hacer tropezar y debería excluírselas desde el principio. "Los cables, por ejemplo, se pueden fijar al suelo", aconseja Mareike Hermann.

Ya sea el taladro, la sierra circular o la amoladora, si va a trabajar en su casa no debe temer a las máquinas que le puedan facilitar el trabajo. "Para dominarlas con seguridad y reconocer posibles peligros, al menos debería leer las instrucciones de uso antes de encender el aparato por primera vez", dice Woelk. Y también guardarlas bien.

Igualmente en el caso de los materiales utilizados, por ejemplo, pegamentos, pinturas o revestimiento del suelo, se recomienda leer con detenimiento cómo se deben aplicar o colocar.

Antes y después de cada trabajo, quienes trabajan en casa deberían revisar sus herramientas para ver si sufrieron algún daño o se aflojó alguna de sus partes. Además, es importante utilizar las herramientas solo para el fin para el cual fueron pensadas.

Una lima no es una palanqueta, un destornillador no es un cincel, una pinza no es un martillo. "Es preferible bajar de la escalera para buscar el martillo que golpear un clavo con la primera herramienta a mano", dice Mareike Hermann.

Asimismo, conviene comprar herramientas de alta calidad y revisarlas regularmente. "Hay que tener mucho cuidado con esas ofertas que dicen 'set completo de herramientas'", advierte Susanne Woelk. Muchas veces son de metal blando, de manera que se deforman rápidamente.

Una herramienta debe ser de buena calidad, por ejemplo, de metal endurecido con aleaciones como cromo vanadio, molibdeno o wolframio, para que no se doble ante cargas elevadas o se resbale, porque eso puede ser peligroso.

La cabeza del martillo o del hacha debe estar calzada firmemente en el mango, para que no se desprenda súbitamente. "Herramientas mal cuidadas o desafiladas pueden llevar, en el caso de un manejo deficiente, a heridas más graves que por ejemplo un corte limpio de un cuchillo afilado", indica Hermann.

Tras su utilización, conviene cubrir todas las herramientas que corten o pinchen con alguna funda. "Con un truco muy sencillo, se pueden acolchar algunas cuchillas afiladas de herramientas como hachas, azadas o sierras", dice Hermann. Se corta una vieja manguera de jardín a lo largo y se utiliza para cubrir los filos.

Especialmente en el caso de aparatos eléctricos, quienes hacen tareas manuales en casa deben cuidarlos bien y revisarlos regularmente a fin de detectar cualquier daño que puedan tener. "Solo pueden ser limpiados si se desenchufan antes", advierte Hermann.

Al comprar aparatos eléctricos es bueno prestar atención a los sellos de calidad y seguridad. Los daños pueden ser terribles e incluso se pueden producir accidentes mortales.

Los expertos desaconsejan la compra de productos baratos de Internet. "Observamos con gran preocupación la tendencia a que las compras online, sobre todo de productos procedentes del espacio asiático, no cumplen con normas de seguridad básicas", señalan los expertos. Eso puede llevar a cortocircuitos, mal funcionamiento y problemas de seguridad.

dpa

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