Colectivos LGTB de Georgia anunciaron este lunes que se vieron forzados a cancelar una marcha del Orgullo prevista por la tarde después de registrarse enfrentamientos con manifestantes contrarios al desfile, que también fue criticado por el primer ministro.
Cientos de manifestantes tomaron las calles de la capital georgiana, Tiflis, en contra de una marcha del Orgullo prevista en la tarde.
En el curso de su protesta, se enfrentaron con la policía y atacaron a periodistas en diferentes localizaciones, incluyendo los exteriores del parlamento y de la delegación de Naciones Unidas en Georgia, según las imágenes televisivas del canal Mtavari.
"La marcha no tendrá lugar hoy (...) No podemos poner en riesgo vidas humanas y salir a las calles, que están llenas de atacantes violentos", dijeron los organizadores del Orgullo en un comunicado en Facebook.
El primer ministro Irakli Garibashvili había calificado previamente la manifestación LGTB de "inaceptable para un amplio sector de la sociedad georgiana".
"Organizar la llamada marcha del Orgullo no es razonable dado que crea una amenaza de confrontación civil", indicó Garibashvili.
Críticos del gobernante partido Sueño Georgiano lo acusaron de apoyar tácitamente grupos nacionalistas y homófobos que ya manifestaron contra partidos opositores prooccidentales.
Los organizadores criticaron la "vergonzosa" declaración del primer ministro y acusaron al gobierno de incentivar sentimientos homófobos y de fracasar en "proteger los derechos humanos fundamentales".
La Iglesia ortodoxa del país había llamado a sus fieles a celebrar una plegaria pública el lunes por la tarde contraria a la marcha.
Las misiones diplomáticas estadounidenses y de la Unión Europea, así como las embajadas de otros 16 países, condenaron "los violentos ataques" de este lunes y "la incapacidad de los responsables políticos y religiosos de condenar[los]".
Estos mismos países emitieron la semana pasada un comunicado conjunto urgiendo al gobierno georgiano a "asegurar el derecho de reunión pacífica para toda la población en Georgia, sin excepciones".
Aunque la sociedad georgiana se ha vuelto más liberal y ha habido algunos eventos del Orgullo en años recientes, se trata de un país profundamente conservador donde la Iglesia ortodoxa mantiene una importante influencia.
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