PHOENIX (AP) — Luego de alardear en redes sociales de su participación en el asalto al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero, ahora los responsables se apresuran a borrar la evidencia. A sabiendas al parecer de que violaron la ley, ahora buscan encubrir su papel en el fatal sitio, algo que casi seguramente los perjudicará en las cortes.
Un análisis de The Associated Press de documentos en las cortes encontró que al menos 49 asaltantes están acusados de tratar de borrar fotos, videos y mensajes incriminatorios en cuentas en redes sociales que documentaron su conducta, cuando una turba de seguidores de Donald Trump ingresó a la fuerza en el Congreso e interrumpió brevemente la certificación de la victoria electoral del presidente Joe Biden.
Los expertos dicen que los esfuerzos de borrar las pruebas en redes sociales muestran una intención desesperada de manipular la evidencia una vez que esas personas se dieron cuenta de que estaban con el agua al cuello. Sin embargo, eso puede servir como una prueba poderosa de la consciencia de culpabilidad de las personas y dificultar la negociación de acuerdos con la fiscalía para sentencias reducidas.
“Los hace verse tramposos, taimados”, dijo Gabriel J. Chin, que enseña Derecho Penal en la Universidad de California en Davis.
Uno de esos acusados es James Breheny, miembro del grupo extremista Oath Keepers, quien fanfarroneó en mensajes de texto a otros de haber entrado al Capitolio durante el asalto. Un asociado le recomendó a Breheny, en un mensaje dos días después, que “borrara todas las fotos, todos los mensajes y adquiriera un nuevo teléfono”, revelan documentos en la corte.
Ese mismo día, dice el FBI, Breheny cerró su cuenta en Facebook, donde tenía fotos que había tomado durante el asalto y se había quejado de que el gobierno se había vuelto tiránico. “El Deber del Pueblo es remplazar el Gobierno con uno con el que esté de acuerdo”, escribió Breheny el 6 de enero en un intercambio sobre el ataque. “Soy todo oídos ¿Cuáles son nuestras opciones?”.
El abogado de Breheny, Harley Breite, dijo que su representado nunca obstruyó la investigación ni destruyó evidencia y que Breheney no sabía, cuando cerró su cuenta, que su contenido sería considerado evidencia.
Breite rechazó que Breheny debía haber reconocido, en los días inmediatos al asalto del 6 de enero, cuando el motín dominaba las noticias, que el ataque era una situación grave que podía poner en peligro su libertad.
“Uno no puede borrar evidencia si no sabe que va a ser acusado, dijo Breite.
Otros participantes que no han sido acusados de destruir evidencia hablaron con otros sobre borrar contenido, revelan los documentos judiciales.
El FBI dijo que una mujer que publicó un video y comentarios que mostraban que ella estaba dentro del Capitolio durante el asalto decidió más tarde no restaurar su nuevo celular con su contenido en la nube, una decisión que las autoridades sospechan estuvo dirigida a prevenir el descubrimiento del material.
En otro caso, las autoridades dijeron que capturas de pantalla de los mensajes en Facebook borrados por un hombre de Carolina del Norte contradicen su afirmación en una entrevista con un agente del FBI de que él no intentó interrumpir la certificación de los votos del Colegio electoral.
Borrar contenido digital no es algo tan simple como borrar mensajes de celulares, redes sociales o cerrar cuentas. Los investigadores han conseguido rescatar el contenido digital pidiéndoselos a las compañías de redes sociales, aunque las cuentas hayan sido cerradas.
Los mensajes colocados en Facebook, Instagram y otras plataformas son recuperables por un tiempo y las autoridades rutinariamente les piden a esas compañías que preserven los registros hasta que puedan obtener órdenes judiciales para ver los mensajes, afirmó Adam Scott Wandt, profesor de Políticas Públicas en el John Jay College of Criminal Justice, una institución que entrena a agencias del orden sobre investigaciones digitales.
Las autoridades tienen otras vías para investigar si alguien ha tratado de borrar evidencia.
Incluso si una persona borra contenido de una cuenta, las autoridades pueden conseguir acceso a ese contenido si ha sido copiado en un servidor de la nube. Personas que no están involucradas en un delito, pero a quienes se enviaron fotos o videos incriminatorios pudieran enviárselos a los investigadores. Asimismo, los metadatos insertados en el contenido digital pueden mostrar también si han sido modificados o alterados.
“No puedes hacerlo”, dijo Joel Hirschhorn, abogado penal en Miami que no está involucrado en las causas del ataque al Capitolio. “Los metadatos los delatan”.
Solamente un puñado de las más de 500 personas de todo Estados Unidos que han sido arrestadas por el ataque han sido acusadas de manipulación de evidencia por borrar material incriminatorio de sus celulares o sus cuentas en Facebook.
Entre ellas están varios acusados en la causa contra miembros y asociados del grupo Oath Keepers, que enfrentan cargos de conspirar para bloquear la certificación de los resultados electorales. En una instancia, uno de los acusados le instruyó a otro que “se asegurara de que todos los comunicados sobre la operación han sido borrados y quemados”, dicen las autoridades.
Incluso si eso no resulta en más cargos, borrar evidencia hará más difícil para esos acusados conseguir beneficios en la sentencia por aceptar responsabilidad por sus acciones, dijo Laurie Levenson, profesora de la facultad de Derecho en la Universidad Loyola.
Algunos abogados pudieran argumentar que sus defendidos retiraron el contenido para reducir el impacto social que el ataque tuvo en sus familias y mostrar que no apoyaban lo que había ocurrido durante el asalto, pero agregó que ese argumento tiene límites.
“La palabra ‘interesado’ se mencionará”, dijo Levenson. “Eso es lo que los fiscales van a argumentar: ‘lo sacaste porque de repente tienes que enfrentar las consecuencias de tus acciones’”.
Matthew Mark Wood, que reconoció haber borrado contenido de su celular y de su cuenta de Facebook que mostraba su presencia en el Capitolio durante el asalto, dijo a un agente del FBI que no él no buscaba perturbar la certificación del Colegio Electoral, pero los investigadores dicen que las capturas de pantalla de dos de sus mensajes borrados de Facebook muestran algo diferente.
En los mensajes, Wood celebró que los asaltantes hicieran “correr a esos políticos” y declaró que él había confrontado un gobierno tiránico ante el robo de una elección, dijo el FBI en documentos en la corte. “Cuando la diplomacia no resulta y tu mensaje no es recibido, no deben sorprenderse cuando uno se subleva”, escribió Wood. Su abogado no respondió a un mensaje en busca de comentarios.
Aunque no está acusada de borrar contenido que mostró que ella estaba dentro del Capitolio durante el asalto, una mujer señalada dijo a su padre que ella no iba a restaurar su nuevo celular con su contenido en la nube unas tres semanas tras el incidente, dijo el FBI.
“¡No vayas a la nube!”, le advirtió el padre a su hija, de acuerdo con las autoridades. “Ahí es donde nos agarran”.