NASHVILLE, Tennessee, EE.UU. (AP) — La madre de un hombre negro que murió baleado por un expolicía blanco en Nashville sollozó, gritó y derribó un atril en la corte mientras le rogaba infructuosamente al juez el viernes que no aceptase un acuerdo con la fiscalía que ella dijo que fue pactado en secreto y sin su consentimiento, en una escena caótica que demoró brevemente la audiencia en que el juez terminó por aceptar el acuerdo.
El expolicía Andrew Delke se declaró culpable de homicidio por la muerte de Daniel Hambrick, de 25 años, ocurrida en 2018, como parte de un acuerdo con los fiscales.
Delke cumplirá una sentencia de tres años en prisión. Como parte del acuerdo, no solicitará libertad adelantada ni apelará el fallo. Sin embargo, el equipo de la defensa dijo que Delke muy probablemente pasará solo un año y medio en prisión por crédito por tiempo servido.
La audiencia se volvió volátil cuando la madre de Hambrick, Vickie, ofreció una larga declaración mientras sus familiares y otros aplaudían. Otros afuera de la sala en el pasillo de la corte, golpearon a la puerta en respaldo. La familia de Delke estaba sentada en el otro lado de la sala, con guardias de seguridad.
“Te odio”, gritó Vickie Hambrick una y otra vez, al tiempo que gritaba improperios dirigidos a Delke y los fiscales.
En un momento especialmente caótico, la madre derribó un atril y un monitor de computadora y familiares se abalanzaron hacia ella. Delke y el juez Monte Watkins fueron retirados brevemente de la sala.
Delke estaba a punto de ser enjuiciado por asesinato intencional, pero el jueves su abogado anunció que había llegado a un acuerdo con la fiscalía para declararse culpable de homicidio voluntario.
Una veintena de personas protestaron contra el acuerdo en las afueras de la corte, coreando “No a la policía racista”. Otros llevaban camisetas que resaltaban que los policías y los blancos reciben sentencias más leves por los mismos delitos que las personas de comunidades de raza negra e hispanos.