KABUL, 2 jul (Reuters) -Las tropas de Estados Unidos desalojaron la principal base militar en Afganistán el viernes, dejando atrás una pieza del World Trade Center que enterraron hace 20 años, en un país que el principal comandante estadounidense advirtió que podría caer en una guerra civil sin su respaldo.
"Todos los soldados estadounidenses y los miembros de las fuerzas de la OTAN han abandonado la base aérea de Bagram", dijo un alto responsable de seguridad bajo condición de anonimato.
En declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, el presidente Joe Biden dijo que la retirada está "en marcha", aunque precisó que aún quedarán algunas fuerzas en Afganistán en septiembre como parte de una "disminución racional con los aliados".
Pese a todo, el desalojo de Bagram implica en efecto el final de la guerra más larga que ha librado Estados Unidos.
La base, situada a una hora en auto al norte de Kabul, fue utilizada por los militares estadounidenses para coordinar su guerra aérea y dar apoyo logístico a toda la misión en Afganistán. Los talibanes agradecieron el retiro.
"Consideramos este retiro como una medida positiva. Los afganos pueden acercarse a la estabilidad y la paz con la salida total de las fuerzas extranjeras", dijo a Reuters un portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid.
Otros afganos se mostraron más circunspectos. "Los estadounidenses deben dejar Afganistán y debería haber paz en este país", dijo Javed Arman, residente de Kabul. No obstante, agregó que "estamos en una situación difícil. La mayoría de la gente ha huido de sus distritos y han caído más distritos".
Para las fuerzas internacionales, que han perdido a más de 3.500 efectivos en Afganistán, el adiós no estuvo rodeado de pompa. Un diplomático occidental en Kabul dijo que Washington y sus aliados de la OTAN "ganaron muchas batallas, pero perdieron la guerra afgana".
Fue en Bagram, en una pista de aterrizaje llena de balas construida por los soviéticos en una llanura rodeada por los picos nevados del Hindu Kush, hasta donde bomberos y policías de Nueva York viajaron para enterrar una pieza del World Trade Center en diciembre del 2001, días después de que los talibanes fueran derrocados por albergar a Osama bin Laden.
También fue aquí donde la CIA dirigió un centro de detención secreto para sospechosos de terrorismo y donde los sometió a abusos que el expresidente Barack Obama reconoció posteriormente como prácticas de tortura.
Más tarde, se convirtió en una sede fortificada para una enorme fuerza militar internacional, con locales de comida rápida, gimnasios y un café que sirve tazones de un brebaje llamado "la madre de todos los cafés".
Dos pistas de aterrizaje rugían perpetuamente. Los presidentes viajaron hasta la base y dieron discursos, muchas celebridades la visitaron también.
Un funcionario local dijo que la base será entregada oficialmente al Gobierno afgano en una ceremonia el sábado.
El funcionario de defensa estadounidense dijo que el general Austin Miller, el máximo comandante de Estados Unidos en Afganistán, "aún conserva toda la autoridad y el control para proteger a las fuerzas" remanentes en la capital, Kabul.
Miller dijo esta semana a los periodistas en Kabul que una guerra civil en Afganistán es "sin duda un camino que se puede visualizar", ya que los combatientes talibanes están arrasando distritos alrededor del país mientras las tropas extranjeras vuelven a casa.
(Reporte de Redacción en Afganistán. Editado en español por Marion Giraldo y Carlos Serrano)