Magnate financia envío de efectivos a la frontera con México

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SIOUX FALLS, Dakota del Sur, EE.UU. (AP) — Willis Johnson dijo que solo quería ayudar.

Con esa idea, este multimillonario llamó a la gobernadora de Dakota del Sur Kristi Noem, una prometedora figura del Partido Republicano que despotrica contra la inmigración ilegal y está firmemente alineada con Donald Trump.

Le dijo que si ella estaba dispuesta a enviar soldados de la Guardia Nacional de Dakota del Sur a la frontera entre Estados Unidos y México, él estaba dispuesto a aportar un millón de dólares para financiar esa medida.

“Sí”, respondió Noem.

Su aceptación de esos fondos de Johnson, quien no vive en su estado sino en Tennessee, hizo sonar campanas de alarma en algunos sectores. El dinero llegó a las arcas del estado el martes y, si bien proviene de una fundación privada de Johnson y parece ser legal, algunos expertos dicen que genera un peligroso precedente, en el que cualquier rico puede usar las fuerzas armadas para promover una causa personal.

“No sabía que se armaría este revuelo”, comentó Johnson, quien dice haber respondido a llamadas de unos 50 periodistas desde que circuló la noticia. “Ha trascendido mucho más de lo que esperaba”.

No está claro si la aceptación del dinero quedará como una decisión astuta de Noem o si será vista como un grave error. Una cosa es segura: Está generando titulares y atención con miras a una posible postulación a la presidencia en el 2024.

Su actitud, no obstante, pone de manifiesto la forma en que los ricos pueden usar su dinero para incidir en las decisiones del gobierno. Revela asimismo hasta dónde están dispuestos a llegar algunos gobernadores republicanos en su afán por congraciarse con Trump mientras se postulan a cargos importantes.

“No necesitamos esta donación y, sea legal o no, es una idea terrible, porque genera la impresión de que se usa a los efectivos de la Guardia Nacional con fines políticos”, declaró el senador estatal demócrata Reynold Nesiba.

El portavoz de Noem, Ian Fury, dijo que el dinero fue depositado en forma legal en un fondo estatal para responder a emergencias, aliviando el costo para los contribuyentes. Dakota del Sur, sin embargo, tiene un excedente en su presupuesto, del que ha presumido Noem.

Fury niega que la donación de Johnson haya sido la razón por la que se envió un contingente de 50 guardias a la frontera. Sostuvo que el estado los hubiese enviado de todos modos.

Noem destacó en las redes sociales el miércoles que el estado tiene una larga historia de aceptar donaciones de individuos. Pero generalmente son para proyectos locales, no para el despliegue de guardias nacionales.

“Este despliegue (de guardias) es vital para la seguridad de nuestro estado y de nuestra nación”, dijo Noem en un video difundido por Twitter.

Las leyes de Dakota del Sur estipulan que esos fondos privados solo pueden ser empleados “para satisfacer emergencias especiales de la División de Manejo de Emergencias”, dependencia encargada de preparar respuestas a desastres naturales y otras emergencias.

Gobernadores republicanos de Arkansas, Florida, Nebraska y Iowa se han comprometido a enviar soldados o guardias nacionales a la frontera. Pero Johnson dice que Dakota del Sur es el único estado al que él ha donado dinero, en una decisión motivada por la rápida respuesta de Noem a un pedido de ayuda del gobernador republicano de Texas Greg Abbott.

La inmigración sigue siendo un caballito de batalla de los republicanos y sobre todo de Trump. El miércoles el expresidente y unas dos docenas de legisladores republicanos visitaron el Río Grande Valley y criticaron duramente la política inmigratoria de Joe Biden.

“Los demás se demoraron en actuar”, dijo Johnson, quien tiene 74 años. “Si se dejan estar, no voy a ayudarlos”.

Johnson, quien donó dinero a la campaña presidencial de Trump, hizo su fortuna en el negocio de la chatarra, empezando de la nada.

Nació en Oklahoma y aprendió el oficio de su padre. Tras servir en Vietnam, compró un viejo camión y su propio depósito de chatarra en Vallejo, California. Mediante osadas adquisiciones y el uso de la tecnología digital, fundó lo que hoy es Copart Inc., una empresa con acciones en la bolsa.

Ha donado 2,3 millones de dólares a campañas nacionales en la última década, incluidos 900.000 dólares a Trump, según registros oficiales.

“Ayudo a aspirantes a senadores, representantes y gobernadores”, dijo Johnson, cuya biografía se titula “From Junk to Gold: Lessons I Learned” (De la chatarra al oro: Las lecciones que aprendí). “Me manejo discretamente. Trato de no llamar la atención”.

Una organización filantrópica suya, la Willis and Reba Johnson’s Foundation, generalmente dona un millón de dólares anuales, si no más, a iglesias y obras de beneficencia.

Funcionarios del Departamento de Defensa y expertos en temas impositivos dicen que la donación de su fundación a Dakota del Sur es poco ortodoxa, pero legal.

Como gobernadora de Dakota del Sur, Noem tiene autoridad legal para enviar efectivos a Texas.

La Casa Blanca dijo que el uso y la financiación de la Guardia Nacional quedan a discreción de la gobernadora. El Departamento de Seguridad Nacional no respondió a pedidos de comentarios.

No está claro qué papel desempeñarán los efectivos de la Guardia Nacional de Dakota del Sur en Texas. La Guardia Nacional de Texas tiene un papel limitado. No detiene a nadie y básicamente observa e informa lo que ve, de acuerdo con un comunicado de esa fuerza.

Steven Bucklin, profesor emérito de la Universidad de Dakota del Sur experto en la Guardia Nacional, dice que una donación privada puede acabar con el concepto de que las fuerzas armadas son una organización apolítica.

“Se genera la impresión de que la Guardia Nacional de Dakota del Sur está integrada por mercenarios que van adonde los mande un millonario”, manifestó.

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Slodysko informó desde Washington. Lolita C. Baldor colaboró desde Washington.

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