BUENOS AIRES, 1 jul (Reuters) - La Cámara de la Industria Aceitera de Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan el 48% de las exportaciones del país austral, dijeron el jueves que las empresas del rubro liquidaron en junio 3.358,4 millones de dólares, un alza interanual del 43,2%.
El ingreso de divisas de la agroexportación en los primeros seis meses del año sumaron 16.659,74 millones de dólares, récord para el mismo período en los últimos 18 años.
CIARA/CEC acotaron que la cifra de junio resultó la más alta en las estadísticas de los últimos 19 años, excepto para 2018. Sin embargo, representó una baja del 5,2% con respecto a mayo.
"A pesar de que los precios internacionales se redujeron por la expectativa de mejora climática y medidas en favor de los biocombustibles en Estados Unidos, y la cada vez más pronunciada bajante del caudal del río Paraná (de Argentina), el saldo de exportación agroindustrial todavía se beneficia de precios tonificados del mercado mundial, por la fuerte demanda de países que buscan recomponer sus stocks tras más de un año de pandemia", afirmó CIARA/CEC en un comunicado.
El banco central de Argentina (BCRA) cerró junio con compras de divisas por unos 725 millones de dólares a través de intervenciones en el mercado mayorista para regular liquidez, según datos de Reuters y estimaciones de operadores, casi un tercio de lo que pudo absorber en mayo.
La entidad monetaria logró acumular siete meses con saldo positivo gracias a un férreo sistema de controles cambiarios para frenar la sangría de reservas y atacar a la inflación, siendo los exportadores cerealeros los principales actores del sistema.
El peso mayorista de Argentina se devaluó en junio 1,09%, a un piso histórico de 95,73 unidades, para arrastrar una caída del 12,1% en el primer semestre del año.
Las medidas buscan la reducción de la base monetaria para contener la brecha cambiaria y acumular divisas, en medio de tensiones vigentes por la incertidumbre de los inversores sobre el futuro de la economía doméstica y una segunda ola de COVID-19.
El Gobierno espera terminar el año con una baja del peso con un tope del 25%, ante una inflación presupuestada del 29%, pese al alza de precios cercana al 50% en 2021 proyectada entre analistas privados.
(Reporte de Jorge Otaola; Editado por Eliana Raszewski)