EUGENE, Oregon, EE.UU. (AP) — Para cualquiera que estuviera mirando desde Jamaica, Japón o Estados Unidos, la larga melena naranja que cruzó primero la meta la noche del sábado en Eugene resultó arrebatadora.
Le pertenece a Sha’Carri Richardson. Y después de su recital en la justa clasificatoria a los Juegos Olímpicos — arrasando a sus rivales con un registro de 10.64 segundos con ayuda del viento en las semifinales de los 100 metros y después en la final con 10.86 — Richardson promete ser foco de atención el próximo mes en Tokio.
Con su actuación, la estadounidense de 21 años atrapó una plaza en los Juegos Olímpicos y el título nacional. También abrió el compás para un posible duelo con Shelly-Ann Fraser-Pryce, la campeona mundial de Jamaica que también es reconocida por su coloridos estilos de cabello.
“Es chillón, apasionado y, honestamente, peligroso", dijo Richardson cuando le preguntaron por qué prefirió el color naranja para competir. “Sabiendo que iba a estar en unas de las justas atléticas más importantes, si vas a lucirte, necesitas verte como la mejor”.
Richardson dijo que cruzar primero la meta fue su segunda mejor sensación de la noche. Lo mejor fue después al trepar por las gradas del Hayward Field para abrazar a su abuela, Betty Harp.
“El poder tenerla aquí presente en la competencia más trascendental de mi vida, cruzar la meta y subir los escalones sabiendo que soy atleta olímpico, ello superó que ganar la carrera propiamente", dijo Richardson.
Pero esa actuación fue igual de notable.
El viento impidió que el 10.64 fuera un tiempo oficial y dejar Richardson apenas una centésima detrás del crono más rápido de Fraser-Pryce en 2021. El récord mundial de 10.49 fue fijado por Florence Griffith Joyner en 1988.
“Va disparada como un cohete", comentó Justin Gatlin, su compañero de entrenamientos. “Es capaz de los 10.6. Lo he visto en las prácticas, puede marcar 10.5 en realidad. No hay duda que pueda asombrar al mundo”.