ANNAPOLIS, Maryland, EE.UU. (AP) — El editor del periódico Capital Gazette, que recibió una mención especial del premio Pulitzer por su cobertura y valentía ante la masacre en su sala de redacción, anunció que deja el diario de Maryland.
Rick Hutzell, quien trabajó en el periódico de Annapolis durante más de tres décadas, escribió una columna de despedida que fue publicada la mañana del sábado en el sitio web del medio.
Hutzell dijo que aceptó una oferta de compra de la sociedad controlante del periódico. El diario Capital Gazette era propiedad de Tribune Publishing hasta que fue comprado el mes pasado por el fondo especulativo Alden Global Capital.
Hutzell era el editor del periódico cuando cinco empleados fueron baleados a muerte en la redacción en 2018.
“El asesinato de mis cinco amigos, Rob Hiaasen, Gerald Fischman, Wendi Winters, John McNamara y Rebecca Smith, me cambió”, escribió el sábado. “Siempre disfruté el trabajo, pero me consumió la idea de que mi propósito era rescatar al periódico. Un hombre con una pistola intentó matarnos; matarme a mí y al periódico al que dediqué 33 años de mi vida. No iba a dejar que muriera”.
“Claro, la responsabilidad no era sólo mía”, continuó. “Junto con un grupo de periodistas muy talentosos y otros empleados en Annapolis, Baltimore y en Tribune Publishing, seguimos publicando”.
El periódico publicó puntualmente y ganó la mención de Pulitzer.
El hombre tras el ataque, Jarrod Ramos, desde hace mucho estaba resentido con el periódico. Se ha declarado culpable, pero no delictivamente responsable por demencia. Un juicio para determinar si es delictivamente responsable está programado para iniciar este mes.
Hutzell dijo que no está seguro qué sigue, pero que la adquisición representaba una oportunidad para hacer algo nuevo.
“Llegué a The Capital en octubre de 1987 y rápidamente le dije al director editorial Tom Marquardt que planeaba quedarme dos años y luego unirme a The Associated Press y ver el mundo”, escribió. “Un amor de mi vida, Chara, dos hijos, dos casas, cuatro perros, dos convertibles y un premio Pulitzer después, es claro que no tenía idea de qué hablaba”.