BRUSELAS, 16 (EUROPA PRESS)
El comisario de Justicia, Didier Reynders, lamenta "profundamente" la adopción el lunes por el Parlamento húngaro de una nueva ley que prohíbe charlas sobre homosexualidad en centros educativos, si bien el Ejecutivo comunitario ha eludido valorar si cree que la norma vulnera derechos fundamentales hasta analizarla "en detalle".
"Lamento profundamente la nueva ley en Hungría que prohíbe retratar la homosexualidad a menores", ha escrito Reynders en un breve mensaje difundido a través de su perfil en Twitter, poco después de que varios portavoces del Ejecutivo comunitario evitaran en rueda de prensa responder a si creen que la nueva norma respeta el Derecho de la UE.
El exviceprimer ministro belga ha avisado de que "nadie debería ser censurado" en la Unión Europea y ha defendido que los jóvenes "necesitan tener acceso a información que refleje una sociedad moderna y verdaderamente abierta, en toda su diversidad, para poder construir sus propias identidades".
Reynders se ha referido así a la nueva legislación promovida por el Gobierno de Viktor Orban que, bajo el marco de la lucha contra la pedofilia, incluye medidas que persiguen al colectivo LGTBIQ como la prohibición de charlas sobre homosexualidad en centros educativos y el veto a la emisión de contenido audiovisual que incluya temática LGTBIQ en televisión.
Bruselas había evitado hasta ahora tomar posición porque sostiene que no comenta leyes hasta que son adoptadas formalmente y que a partir de la aprobación de ésta en la cámara húngara el lunes -con un solo voto en contra_se dispone a analizar "en detalle" su contenido "antes de sacar conclusiones", según ha expresado una de las portavoces del Ejecutivo de Ursula von der Leyen.
Con todo, la portavoz ha negado que la Comisión tenga problemas en censurar medidas que discriminan a europeos o van en contra del Estado de derecho como ha hecho con expedientes sancionadores contra Hungría o Polonia, pero ha insistido en que toda valoración debe pasar por un primer análisis en profundidad.
La deriva antidemocrática en Hungría preocupa también a otros países en la Unión Europea, como ha mostrado el primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo, quien este mismo martes ha advertido que los derechos del colectivo del LGTBIQ "son Derechos Humanos" y que "no hay espacio en la Unión Europea para la homofobia o la discriminación".
La ministra de Exteriores belga, Sophie Wilmès, por su parte, ha adelantado a través de su cuenta en Twitter que la situación del Estado de derecho en Hungría volverá el próximo martes al debate a Veintisiete, porque será un punto en la agenda del consejo de ministros de Asuntos Generales de la UE.
"Los ministros de Benelux estamos muy preocupados por la nueva normativa húngara que estigmatiza al colectivo LGTBIQ y socava el acervo de la UE en materia de no discriminación y de libertad de expresión", ha indicado Wilmès.
Será una discusión en el marco del proceso del artículo 7 iniciado contra Budapest por su deriva antidemocrática y que, en última instancia, prevé medidas contra el Estado miembro que vulnera el Estado de derecho como suspender su derecho a voto en la toma de decisiones de la UE. También se discutirá sobre la situación de Polonia.
Ambos expedientes quedaron en suspenso durante la pandemia porque las restricciones impidieron las reuniones presenciales de los ministros que exigen las reglas para avanzar en el artículo 7.