Los trabajadores domésticos sufrieron una degradación de sus condiciones de empleo durante la pandemia del covid-19, especialmente en América Latina, denunció la Organización Internacional del Trabajo una década después de haber adoptado un convenio histórico sobre los derechos laborales de ese segmento.
Según un informe de la OIT publicado este martes, los empleados del hogar fueron los más castigados por las repercusiones de la pandemia como la pérdida de su puesto o la drástica reducción de sus horas de trabajo y, consecuentemente, también de sus salarios.
Los efectos fueron especialmente dañinos en América Latina y el Caribe, donde en apenas seis meses, entre finales de 2019 y mitad de 2020, el número de trabajadores domésticos se redujo entre un cuarto y la mitad. En Perú, la caída alcanzó el 70%.
En el mismo periodo, las pérdidas de empleos en otros sectores eran inferiores al 15% en la mayoría de países estudiados por el informe.
Además, aunque suministraban servicios esenciales a clientes a menudo vulnerables, raramente tuvieron acceso a equipos de protección individual. Y, como muchos ocupan empleos informales, tienen menos opciones de beneficiarse de las medidas sociales de apoyo adoptadas para hacer frente a la pandemia.
"La crisis ha puesto de relieve la necesidad acuciante de formalizar el empleo doméstico a fin de que quienes se dedican a el accedan al trabajo decente; se ha de comenzar por ampliar y aplicar la legislación laboral y de seguridad social", afirmó el director general de la OIT, Guy Rider.
En su informe, esta organización lamenta que diez años después de la adopción de un histórico convenio para regular los derechos del colectivo, la situación laboral de los trabajadores domésticos no ha mejorado en esta década.
La OIT contabiliza 75,6 millones de trabajadores domésticos en el mundo, lo que supone un 4,5% de los asalariados. De ellos, 61,4 millones se desenvuelven en la economía informal y más de tres cuartas partes son mujeres.
- "Impacto humano" -
"Detrás las cifras agregadas, hay un impacto humano más profundo que acentúa el sufrimiento ligado a las repercusiones de la pandemia del covid-19 en el mercado laboral", dijo Ryder en rueda de prensa.
La gran mayoría de trabajadores domésticas están empleadas en dos regiones del mundo: la mitad en Asia y Pacífico, especialmente debido al peso de la China, y otra parte significativa (17,6 millones) en América.
La OIT apunta, sin embargo, algunas mejoras en las condiciones laborales del colectivo en la última década como la reducción en más de 16 puntos del número de trabajadores domésticos que son completamente excluidos de las leyes y las regulaciones en materia laboral.
Actualmente, algo más de un tercio de estos empleados (36%) se ven excluidos del perímetro de aplicación de este código laboral, especialmente en Asia, el Pacífico y los Estados árabes, indica la organización dependiente de las Naciones Unidas con sede en Ginebra.
Aunque deberían estar cubiertos por las legislaciones laborales y de la seguridad social, estas no siempre se aplican adecuadamente, lo que supone una fuente importante de exclusión y de trabajo informal.
Según el informe, solo uno de cada cinco trabajadores domésticos se beneficia de una cobertura social efectiva vinculada a su trabajo.
apo-nl/dbh/mb