Por Jarrett Renshaw y Jan Wolfe
15 jun (Reuters) - El gobierno del presidente Joe Biden dio a conocer el martes un plan para hacer frente a la amenaza de violencia que representan los supremacistas blancos y las milicias, cinco meses después de que miembros de esos grupos se sumaron a un ataque mortal al Capitolio de Estados Unidos.
La Casa Blanca presentó un plan de 30 páginas para aumentar el intercambio de información entre los funcionarios federales y locales y las empresas de redes sociales, más recursos para identificar y perseguir las amenazas y nuevos elementos de disuasión para evitar que estadounidenses se unan a grupos peligrosos.
A principios de este año, el gobierno llevó a cabo una amplia evaluación sobre el terrorismo doméstico que calificó a los supremacistas blancos y a las milicias como las principales amenazas para la seguridad nacional.
La cuestión adquirió una nueva urgencia tras el asalto del 6 de enero al Congreso por parte de partidarios del entonces presidente Donald Trump, que intentaban anular la victoria electoral de Biden.
La estrategia no llegó a pedir nuevas leyes para combatir las amenazas domésticas, y los funcionarios no ofrecieron el martes muchos detalles sobre recursos específicos.
"Llegamos a la conclusión de que no teníamos la base probatoria, todavía, para decidir si queríamos proceder en esa dirección o si tenemos suficiente autoridad tal como existe actualmente a nivel federal", dijo un funcionario de alto rango, que habló bajo condición de anonimato antes del anuncio.
En un discurso pronunciado el martes, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, dijo que en los "próximos días y meses" convocaría un grupo de trabajo interinstitucional dedicado a combatir el terrorismo doméstico.
Garland dijo que el ataque del 6 de enero perpetrado por partidarios de Trump había demostrado que los supremacistas blancos y los grupos de milicianos son la mayor amenaza para la seguridad interna del país.
(Reporte de Jarrett Renshaw; Editado en español por Javier López de Lérida)