Líder iraní dice que abstenerse en comicios es como obedecer a los "enemigos"

No votar en la elección presidencial del 18 de junio será como plegarse ante la voluntad de los "enemigos del islam", declaró este viernes el guía supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, temiendo que se registre una abstención importante en estos comicios.

La campaña electoral comenzó oficialmente hace una semana, sin demasiados aspavientos y en un ambiente de indiferencia ya que muchos ciudadanos consideran que el resultado está claro de antemano.

"Algunos quieren bajar los brazos y renunciar al deber de participar en las elecciones usando pretextos absurdos. Esta es la voluntad de los enemigos, los enemigos de Irán, los enemigos del islam y los enemigos de la democracia religiosa", dijo Jamenei en un discurso televisado.

El guía espiritual iraní admitió que los ciudadanos están sufriendo para llegar a fin de mes debido a la crisis, pero consideró que los problemas se resuelven "tomando las buenas decisiones y no cuando se deja de tomarlas".

Y, para sustentar sus afirmaciones, citó al ayatolá Jomeini, fundador de la República Islámica, según el cual "abstenerse en las elecciones durante algunos periodos puede ser un pecado, uno de los peores pecados capitales".

Los iraníes votarán el 18 de junio para elegir al sucesor del presidente Hasan Rohani. En el país hay un ambiente de descontento general frente a las dificultades económicas y sociales provocadas por el restablecimiento de las sanciones estadounidenses después de que Estados Unidos abandonara de manera unilateral en 2018 el acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní.

Siete candidatos fueron autorizados a presentarse (cinco ultraconservadores y dos reformistas), un abanico de posibilidades considerado bastante pobre y decepcionante y que favorece la victoria del ultraconservador Ebrahim Raisi.

Raisi obtuvo el 38% de los votos en las presidenciales de 2017.

Rohani y otros dirigentes expresaron recientemente su temor de que la tasa de abstención llegue de nuevo a niveles récord, tras el 57% de las legislativas de 2020.

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