EL CAIRO (AP) — Los manifestantes tomaron las calles de la capital sudanesa y otras partes del país el jueves, en medio de medidas fuertes de seguridad, exigiendo justicia para las víctimas de una campaña en 2019 contra las protestas en favor de la democracia.
Las marchas conmemoran el segundo aniversario de la disolución mortal del 3 de junio de un campamento de protesta masivo afuera de la sede del ejército en Jartum y otras partes en Sudán. Los hechos violentos se dieron poco después de que los mandos militares derrocaran al autócrata Omar al-Bashir en medio de un levantamiento público contra su mandato de casi tres décadas.
Actualmente, Sudán recorre un camino frágil a la democracia y tiene un gobierno transicional militar-civil que enfrenta desafíos económicos y de seguridad enormes.
Los organizadores de la protesta aseguran que las fuerzas de seguridad mataron al menos a 128 personas durante la disolución y subsecuente campaña en junio de 2019, que fue un punto de inflexión en las relaciones entre los generales y el movimiento de protesta que encabezó el levantamiento contra al-Bashir.
Los operativos también incluyeron lo que los activistas describen como una campaña de violaciones y agresiones sexuales de parte de tropas que habían recibido la orden de sus mandos militares de acabar con el movimiento prodemocrático.
Las manifestaciones del jueves fueron convocadas por la Asociación de Profesionistas Sudaneses y el llamado Comité de Resistencia, que fueron fundamentales para encabezar las protestas contra al-Bashir.
Previo a las protestas del jueves, las fuerzas de seguridad cerraron las avenidas importantes y calles que llevan a las sedes del gobierno y el ejército en Jartum.
Los organizadores de la protesta exigieron de nuevo una pesquisa internacional sobre el operativo