MILAN (AP) — El famoso Teatro alla Scala anunció el lunes una temporada 2021-22 con 13 óperas, siete ballets y numerosos conciertos en el más importante teatro de Italia que busca retirar gradualmente las restricciones por la pandemia.
El público regresó a La Scala el mes pasado, y en su próximo paso importante, el teatro retirará el piso que se sobrepuso a la platea donde ha tocado la orquesta completa manteniendo el distanciamiento social, sobre tarimas y con divisiones plásticas transparentes para aislar a los músicos de metales y e instrumentos de aliento.
“Será el final de esta experiencia horrenda”, dijo el director musical de La Scala, Riccardo Chailly.
El director ha sido colocado a unos 30 metros de los músicos y los músicos han sido distribuidos a una distancia en la que no se pueden escuchar bien para tocar, algo especialmente difícil durante las ejecuciones complicadas, señaló Chailly.
“Significa crear música de 100 músicos sin la posibilidad de escuchar. Esto no se ha enfatizado suficiente. La orquesta hizo un gran esfuerzo”, dijo Chailly elogiándolos y agradeciéndoles.
Por ahora el teatro que puede recibir a unas 2.000 personas está limitado a 500 miembros del público. El momento para aligerar más las restricciones depende de las autoridades, señaló el superintendente Dominique Meyer. Para el cierre de la temporada 2020-21, La Scala se enfocará en música que requiere menos de una orquesta completa para facilitar cualquier requisito de distanciemiento social futuro.
Chailly, dirigirá “Macbeth” de Verdi para el concierto tradicional de inauguración de temporada el 7 de diciembre, tras una gala del año pasado en la que astros de la ópera interpretaron duetos y arias para un evento transmitido por televisión ante un teatro casi vacío. La esperanza es que la nueva temporada comience con la pompa tradicional de este evento exclusivo, uno de los más esperados en el calendario cultural europeo. La soprano rusa Anna Netrebko estelariza como Lady Macbeth, junto con el barítono italiano Luca Salsi como el protagonista y el tenor Francesco Meli como Macduff.
La nueva temporada recupera algunas óperas que tuvieron que ser pospuestas por la pandemia, incluyendo el “Rigoletto” de Verdi, mientras que también destaca óperas de directores extranjeros y obras menos conocidas. Se presentan nueve producciones nuevas.
La soprano estadounidense Lisette Oropesa regresa a La Scala en enero y febrero como Giulietta Capuleti, en “I Capuleti e I Montecchi’’ de Bellini, después de perderse su debut en la gala inaugural de La Scala en diciembre pasado.
Chailly también dirigirá “Un ballo in maschera” de Verdi protagonizado por Meli y Salsi junto con Sondra Radvanovsky en el papel de Amelia.
La temporada de ballet incluye la coreografía de Rudolf Nureyev para “La bayadere”, protagonizada por Svetlana Zakharova, “Jewels” de George Balanchine y a Roberto Bolle como “Onegin”.
Meyer dijo que eligió a jóvenes cantantes italianos que se han distinguido por ganar concursos importantes para papeles secundarios en un esfuerzo por desarrollar nuevo talento junto con las estrellas de la ópera regulares en teatro.
El superintendente Meyer, en su segunda temporada en La Scala, también anunció que el teatro había actualizado la distribución de las butacas, reduciendo el precio en asientos menos populares que se vendían a precios superiores a pesar de que no tenían la misma visibilidad de otros en la misma categoría. También agregó seis palcos familiares en cada actuación con precios reducidos para menores de 18 años para impulsar la asistencia familiar, más allá de su programa establecido de óperas y ballets para el público más joven.
“Debe haber honestidad frente a la audiencia”, dijo Meyer.