"Tenía miedo": príncipe Enrique y Oprah abordan salud mental

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NUEVA YORK (AP) — Para el príncipe Enrique, regresar a Londres para asistir al funeral del príncipe Felipe el mes pasado significó enfrentarse una vez más a un lugar donde se sentía atrapado y perseguido por las cámaras. Sería una prueba de su capacidad para hacer frente a la ansiedad que estaba sufriendo de nuevo.

“Estaba preocupado por eso, tenía miedo”, dijo Enrique a The Associated Press en una entrevista reciente junto a Oprah Winfrey para promover una serie sobre salud mental que ambos crearon y produjeron para Apple TV+.

Pudo superar cualquier inquietud utilizando las herramientas de afrontamiento que aprendió en terapia.

“Definitivamente lo hizo mucho más fácil, pero el corazón todavía late”, dijo el duque de Sussex, nieto de la reina Isabel II de Inglaterra y su difunto esposo Felipe.

En “The Me You Can’t See”, que se estrenó el jueves por la noche en el servicio de streaming de Apple, Enrique revela que vio por primera vez a un psicólogo hace aproximadamente cuatro años, alentado por su entonces novia Meghan. Habían tenido una discusión y ella reconoció que su ira parecía fuera de lugar.

La serie es otro capítulo en la apertura sin precedentes que Enrique ha traído a su vida y a las relaciones de su familia real desde que dejó sus deberes y se mudó con su esposa a California. En marzo, él y Meghan dieron una entrevista a Winfrey que encabezó titulares y provocó una rara respuesta pública en el palacio.

El trabajo de Enrique en sí mismo podrá ser relativamente reciente, pero él y su hermano mayor Guillermo, el duque de Cambridge, han defendido durante mucho tiempo la importancia de la salud mental. En 2016, Enrique, Guillermo y su esposa Catalina, duquesa de Cambridge, lanzaron Heads Together, una iniciativa para hablar y no avergonzarse de pedir ayuda cuando está en juego el bienestar mental.

Su trabajo colectivo condujo a interacciones con personas de todo el mundo, de todas las clases sociales, y reconocieron un hilo conductor. “Compartir tu historia para poder salvar una vida o ayudar a otros es absolutamente fundamental”, dijo Enrique.

Enrique predica con el ejemplo y pone al descubierto sus propias luchas con el trauma y el dolor. En “The Me You Can’t See”, describe casos en los que se sintió impotente cuando era niño mientras viajaba en el auto con su madre, la princesa Diana, quien lloraba mientras los paparazzi la rodeaban y ella luchaba por conducir.

Años más tarde, Diana murió en París luego que el automóvil en el que viajaban ella y su amigo Dodi Fayed se estrelló durante una persecución a alta velocidad para huir de las cámaras. Enrique tenía 12 años y reprimió sus propios sentimientos para encontrarse con el público de luto frente al Palacio de Kensington.

Las cámaras rodaban y disparaban mientras él caminaba detrás del ataúd al funeral de Diana, junto a Guillermo, su padre, el príncipe Carlos, Felipe y el hermano de Diana, Charles Spencer.

Las revelaciones de Enrique coinciden con la confirmación oficial de la reina Isabel hace unos meses de que él y Meghan no regresarán a sus cargos senior dentro de la familia real, luego de un período de prueba de un año.

La pareja ahora vive a unos 90 minutos al norte de Los Ángeles en un área exclusiva cerca de Santa Bárbara llamada Montecito. Tienen a Winfrey, Katy Perry y Orlando Bloom como vecinos. Los paparazzi todavía acechan, pero con menos intensidad que en Los Ángeles.

Este nuevo príncipe franco que comparte sus emociones contrasta con los mantras de “nunca te quejes, nunca expliques”, “mantén la calma y continúa”, que son parte del estilo británico prototípico.

Los tabloides británicos han tenido un día de campo desglosando sus declaraciones. Algunos comentaristas también han criticado la contradicción entre buscar una vida privada y conceder entrevistas y revelar conflictos familiares.

Enrique parece cauteloso al elegir de qué quiere hablar, y ni él ni Meghan parecen interesados ​​en compartir todos sus movimientos con el mundo. No tienen una cuenta de redes sociales.

Él no se deja intimidar por los detractores, dice, porque hay un bien mayor en ser honesto acerca de sus luchas. “Lo veo como una responsabilidad. No me resulta difícil abrirme”, dijo. “Al conocer el impacto y la reacción positiva que tiene para tantas personas que también sufren, creo que es una responsabilidad”.

Winfrey ya estaba trabajando con Apple para desarrollar una serie sobre salud mental cuando una conversación con Enrique provocó la idea de unir fuerzas.

“Estábamos conversando y le pregunté: ‘¿Cuáles son los dos problemas más importantes que crees que enfrenta el mundo hoy?’ Y él dijo de inmediato: ‘El cambio climático y la salud mental’", dijo Winfrey.

Ella mencionó el proyecto y recuerda que él dijo más tarde: "‘Oh, por cierto, si alguna vez necesitas ayuda con eso ... llámame’. Fui, me di la vuelta y dije: ‘¿Cuál es tu número?’”

La sociedad actual de Winfrey con Apple creó una oportunidad única para llegar a la gran cantidad de personas que usan los dispositivos de la empresa, dijo Enrique.

“Si eso está en mil millones de bolsillos en mil millones de pantallas, entonces tal vez podamos realmente iniciar una conversación global al respecto”, dijo.

Winfrey recuerda algunos de sus propios traumas de la infancia en “The Me You Can’t See”. Además de las historias de ella y de Enrique, la serie también presenta relatos de personas comunes y de celebridades como Lady Gaga y Glenn Close, que hablan con franqueza sobre sus propias experiencias con enfermedades mentales.

Winfrey dijo que Enrique presionó para presentar una perspectiva global. “Esto tiene que ser algo mundial y no sólo de Estados Unidos”, recordó que él le dijo, y agregó: “Creo que lo hemos logrado realmente bien”.

Enrique bromea que se está “poniendo al día poco a poco” con las décadas de trabajo interno de Winfrey y el apoyo de otros a hacer lo mismo, ya sea en “The Oprah Winfrey Show” o en sus entrevistas de “Super Soul Sunday” en OWN. Incluso Winfrey dijo que tenía mucho que aprender.

“He lidiado personalmente con una de las niñas de mi escuela (Oprah Winfrey Leadership Academy for Girls en Sudáfrica), que tenía esquizofrenia”, dijo Winfrey. “Sólo después de escuchar al médico decir que ‘es un diagnóstico, no es tu vida, no es quién eres’, tuve mi gran despertar al respecto... ‘Esa no eres tú. Eres una persona que tiene un diagnóstico de esquizofrenia’. Eso es poderoso”.

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