LONDRES (AP) — Los ministros de medio ambiente de los siete principales países industrializados acordaron el viernes acelerar el paso para frenar el calentamiento global, incluyendo un compromiso para poner fin al apoyo gubernamental a nuevas plantas termoeléctricas de carbón para finales de este año.
Los compromisos son parte de un amplio comunicado emitido por los ministros de medio ambiente del Grupo de los Siete tras una reunión virtual de dos días organizada por el Reino Unido, que ostenta la presidencia rotatoria del G7. El núcleo del documento es un compromiso para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados Celsius sobre los niveles preindustriales, un reducción respecto al objetivo previo de 2 grados.
Los ministros también se comprometieron a combatir la deforestación y la sobrepesca, a promover la biodiversidad y a hacer frente a la plaga del plástico en los océanos, al tiempo que intentan prevenir futuros brotes de enfermedades que se propagan de los animales a los seres humanos, como el COVID-19.
“Reconocemos con gran preocupación que las crisis sin precedentes e interdependientes del cambio climático y la pérdida de biodiversidad suponen una amenaza existencial para la naturaleza, las personas, la prosperidad y la seguridad”, dijeron los ministros en el comunicado. “Reconocemos que el cambio climático y la salud del medio ambiente natural están intrínsecamente ligados y nos aseguraremos de que las medidas que tomemos maximicen las oportunidades de resolver estas crisis en paralelo”.
Hace pocos días, la Agencia Internacional de Energía publicó un informe en el que afirmaba que los gobiernos debían redoblar esfuerzos para reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero si esperaban alcanzar su objetivo de emisiones netas cero para 2050. La AIE es una organización multilateral que proporciona análisis y recomendaciones de políticas sobre cuestiones energéticas.
Su informe hace una serie de recomendaciones, entre las que se incluyen poner fin inmediatamente a las inversiones en nuevos proyectos de suministro de combustibles fósiles y detener la venta de coches de gasolina y diésel para 2035.
“El mundo tiene un camino viable para construir un sector energético global con emisiones netas cero en 2050, pero es estrecho y requiere una transformación sin precedentes de la forma en que se produce, transporta y utiliza la energía a nivel mundial”, dijo la AIE.
El G7 está integrado por Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón. China, la mayor fuente de emisiones de carbono del mundo, no es miembro.
Aunque los compromisos del G7 no abarcan a otras naciones, el comunicado incluye un llamado para que “todos los países se nos unan en esta acción”.