Los medios de comunicación fueron dejados fuera de la última ejecución de Texas

Guardar

Los opositores a la pena de muerte se sintieron conmovidos este jueves por la ausencia de periodistas durante la ejecución, el día anterior en Texas, de un afroestadounidense, a contramano de las prácticas establecidas desde hace décadas.

Quintin Jones, condenado a muerte por el asesinato de su tía abuela, recibió la inyección letal en la penitenciaría de Huntsville sin que los periodistas fueran invitados a entrar al edificio.

Las autoridades penitenciarias pidieron "disculpas por este grave error" debido, según dijeron, a "un problema de comunicación" entre los funcionarios.

"La convocatoria de testigos en representación de los medios de comunicación nunca se hizo", declaró a la AFP su portavoz, Jeremy Desel, asegurando que se había iniciado una investigación para determinar los motivos del incidente.

"Esto es muy inquietante", se quejó en Twitter la hermana Helen Prejean, cuya lucha contra la pena de muerte se popularizó en la película "Pena de muerte".

"Todas las ejecuciones deberían suspenderse inmediatamente en Texas (e idealmente de forma permanente) mientras se lleva a cabo una investigación independiente", añadió.

Texas, el estado de Estados Unidos con mayor número de ejecuciones desde 1982, nunca había excluido a los medios de comunicación, según la base de datos del Centro de Información sobre la Pena de Muerte (DPIC).

En otros lugares, también se seleccionan periodistas para supervisar todas las ejecuciones.

"Son los ojos y los oídos del público y han desempeñado esta función esencial desde que las ejecuciones se trasladaron de los tribunales a las prisiones", dijo Robert Dunham, director del DPIC, en un comunicado.

chp/iba/mps/mls

Guardar