Por Guy Faulconbridge y Kate Holton
LONDRES, 17 may (Reuters) - El lunes se abrazarán amigos, se servirán pintas de cerveza y se reabrirán nuevas áreas de la economía británica, dando a 65 millones de personas una mayor libertad después de los cuatro meses de confinamiento y restricciones por la pandemia de COVID-19.La mayoría de los británicos volverán a ser libres para abrazar, aunque con cautela, beber una pinta en su pub, sentarse a comer en el interior o visitar el cine tras una serie de cierres que impusieron las restricciones más rigurosas desde la segunda guerra mundial.
La mayor crisis de salud pública en un siglo vino acompañada de una drástica ampliación del poder del Estado; durante los confinamientos de Inglaterra, la policía disolvió tanto las fiestas como las protestas, cerró los servicios religiosos y puso multas de hasta 10.000 libras (14.000 dólares) a los jóvenes por salir de juerga.
Ahora que la libertad vuelve a asomar, hay ilusión.
"Abrazaré, literalmente, a todas las personas que pueda", declaró la actriz británica Joanna Lumley al periódico The Telegraph. "Arrebataré a los bebés de sus madres y me inclinaré sobre andadores de los ancianos".
Sin embargo, además de la euforia, también hay ansiedad.
El primer ministro Boris Johnson, que antes de imponer tres confinamientos nacionales había arremetido contra las tendencias paternalistas del Estado británico, aconsejó a la gente que se abrazara con precaución y avisó de que la propagación de la variante del coronavirus identificada por primera vez en la India significaba que la reapertura definitiva del Reino Unido en junio podría retrasarse.
"Juntos hemos alcanzado otro hito en nuestra hoja de ruta para salir del confinamiento, pero debemos dar este siguiente paso con una fuerte dosis de precaución", dijo Johnson en un comunicado.
Existe una creciente preocupación por la variante B.1.617.2 que, según los asesores científicos británicos, se convertirá en la variante dominante en el Reino Unido y que es más transmisible que la B.1.1.7 (la variante identificada por primera vez en Kent, Inglaterra).
A grandes rasgos, a partir del lunes en Inglaterra se permitirán las reuniones de hasta 30 personas al aire libre, se permitirá que dos familias se reúnan en el interior; los cafés, bares y restaurantes volverán a abrir para atender en el interior (ya podían hacerlo desde el 12 de abril los que tenían espacio exterior); los internos de las residencias podrán recibir cinco visitas; y ya no será obligatorio cubrirse la cara en las escuelas.
"Este ha sido muy muy largo", dijo Clare Smyth, chef del restaurante londinense Core, que ganó su tercera estrella Michelin en enero, durante el confinamiento.
"Estoy superemocionada, me muero de ganas de que los comensales entren por la puerta, va a ser bastante emotivo", dijo a Reuters. "Londres se está abriendo y vendrán tiempos emocionantes y se recuperará".
Aunque las normas son ligeramente diferentes en las cuatro partes que componen el Reino Unido, las restricciones se suavizan en Inglaterra, Escocia y Gales a partir del lunes, mientras que en Irlanda del Norte se relajarán después.
Con todo, las cicatrices de COVID-19 están ahí.
El número oficial de muertos en el Reino Unido es de 127.679, la cifra más alta de Europa y la quinta del mundo, después de Estados Unidos, Brasil, India y México, según la Universidad Johns Hopkins.
La economía británica sufrió el año pasado su peor caída en tres siglos, mientras el Gobierno gastaba cientos de miles de millones de libras para salvar empleos y empresas y el Banco de Inglaterra duplicaba su programa de compra de bonos.
Las empresas británicas han intensificado la búsqueda de nuevo personal mientras los pubs, restaurantes y otras empresas de hostelería y viajes se preparan para el levantamiento el lunes de las restricciones por coronavirus en Inglaterra, según una encuesta.
(Redacción de Guy Faulconbridge; edición de Susan Fenton, traducido por Tomás Cobos)