MADRID (AP) — Luis Suárez había estado cerca de anotar durante todo el partido.
Estrelló un remate en el poste, falló a quemarropa y se atragantó en un par de enfrentamientos directos con el arquero.
A medida que el tiempo transcurría y las oportunidades falladas se acumulaban, el Atlético de Madrid veía cómo se le escapaban las aspiraciones de campeonato. Estaban a unos cuantos minutos de ceder el liderato de La Liga española que había conservado durante buena parte de la temporada. Estaban a unos cuántos instantes de comprometer seriamente su primer título liguero desde 2014.
El Atlético necesitaba un gol más que nunca. Necesitaba de su centro delantero como nunca antes.
Y el uruguayo respondió al llamado en el momento de mayor apremio.
Con el Atlético contra las cuerdas y necesitado de una victoria para retomar el control de la contienda por el campeonato, fue el gol del triunfo en los botines de Suárez el que dejó al equipo el domingo a tres puntos de consagrarse y levantar el trofeo en la última fecha del campeonato el próximo fin de semana.
Suárez aguardó pacientemente en el corazón del área, a la espera de que llegara el pase de Yannick Carrasco. Con toda serenidad remató con un tiro raso al fondo de las redes, poniéndole fin a una sequía de casi dos meses sin marcar y dándole al Atlético un vital triunfo 2-1 sobre Osasuna.
El delantero se sacó la camiseta y se deslizó hacia el banderín de tiro de esquina en su celebración. Segundos después, estaba debajo de una pila de compañeros. Se podía escuchar claramente la ovación de los aficionados reunidos a las afueras del Wanda Metropolitano.
“¿Quién mejor que él para decidir un partido que parecía alejarse de nosotros?” preguntó el técnico del Atlético de Madrid Diego Simeone, quien antes del encuentro había pronosticado que sería el momento de gloria de su delantero, asegurando que el equipo estaba por entrar en la “Zona Suárez”.
Simeone fue uno de tantos que celebró el fichaje del atacante uruguayo al comienzo de la temporada, después de que fue dado de baja sorpresivamente por el Barcelona en contra de su voluntad.
Suárez rindió buenos dividendos para el Atlético esta temporada, a pesar de una ausencia por COVID-19. En un lapso de la campaña anotó 11 goles en nueve partidos, ayudando a los colchoneros a establecerse en la cima.
“Vino con una rebeldía extraordinaria. Vino queriendo demostrar que la gente estaba equivocada, queriendo demostrar que todavía estaba en la cima de su juego”, declaró Simeone.
La anotación de Suárez el domingo fue su 20mo gol en la Liga con el Atlético. No había marcado en cinco partidos desde el 21 de marzo, coincidiendo con el bache en el que sumió el equipo y que le permitió a Barcelona y Real Madrid recortar distancias.
“Si uno pelea, lucha y no baja los brazos puede conseguir el objetivo”, dijo el jugador de 34 años, que conquistó tres títulos de liga con el Barcelona.
El Atlético cerrará el sábado ante Valladolid, un equipo que saldrá a jugarse la permanencia en primera división.
Los rojiblancos también puede asegurar el título si el campeón defensor, Real Madrid, no obtiene una victoria en su duelo en casa ante el Villarreal. Los blancos derrotaron 1-0 al Athletic Bilbao el domingo para mantenerse dos puntos detrás de los colchoneros y tienen a su favor el criterio de desempate.
“Tenemos que ganar el partido más importante de la temporada para conseguir el objetivo”, recalcó Suárez. “Estoy feliz y contento de que el equipo esté ahí”.