CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador anunció el viernes que se ordenó una investigación del asesinato de un candidato a alcalde del norte del país en medio de la campaña para las elecciones intermedias de junio, que se ha visto estremecida por una serie de ataques violentos a políticos.
Al lamentar el homicidio de Abel Murrieta, candidato a la alcaldía de Cajame, en el estado fronterizo de Sonora, López Obrador dijo que ante la “gravedad del asunto” se acordó llevar a cabo una investigación a fondo y una coordinación especial con la Fiscalía General.
“Es un tiempo difícil por las campañas, por los intereses que se generan en las regiones”, afirmó el mandatario y agregó que su gobierno seguirá adelante con el plan de protección de los candidatos que se inició hace dos meses.
Murrieta, un exprocurador y exdiputado de 58 años, murió el jueves tras ser baleado por desconocidos cuando entregaba volantes junto a miembros de su equipo y simpatizantes en una calle de Cajeme, una zona del país que ha sido escenario de violentos enfrentamientos entre carteles y grupos delictivos que intentan controlar la lucrativa ruta del contrabando hacia la frontera con Estados Unidos.
El asesinato del candidato del pequeño partido Movimiento Ciudadano se suma a más de una docena de ataques violentos que han enfrentado políticos mexicanos en medio de la campaña para las elecciones intermedias, previstas para el 6 de junio, en las que se votarán 20.292 cargos de elección popular, entre los que se incluyen 500 bancas de la Cámara de Diputados y 15 de las 32 gobernaciones.
Como parte del plan de protección a los políticos las autoridades han prestado atención en 315 casos de los cuales 13 fueron clasificados como graves, 144 como relevantes y 158 como preventivos.
Adrián LeBarón expresó su pesar por la muerte de Murrieta, quien fue asesor legal de la familia LeBarón -de la que la mayoría de los miembros tiene doble nacionalidad mexicana y estadounidense- y que en noviembre de 2019 enfrentó una tragedia tras una violenta emboscada, cerca de la frontera con Estados Unidos, que dejó nueve fallecidos.
“Es una vergüenza que no puedan cuidar a la ciudadanía y que los maten como un perro”, dijo LeBarón a un medio local al responsabilizar a las autoridades de Sonora de la muerte del político. Al ser preguntado sobre el posible móvil del asesinato afirmó que Murrieta “era la piedra en el zapato de muchos ángulos”.
El proceso electoral mexicano también se vio perturbado a inicios de semana por la investigación de supuestos delitos electorales que abrió la Fiscalía General contra dos de los candidatos a la gobernación del estado norteño de Nuevo León, Adrián de la Garza y Samuel García, miembros de las fuerzas opositoras Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Movimiento Ciudadano, respectivamente.