BRUSELAS (AP) — El Partido Comunista chino abrió un nuevo frente en su batalla por manipular la opinión pública mundial: Busca sacar provecho de las redes sociales occidentales.
Liu Xiaoming, quien hace poco dejó de servir como embajador chino ante el Reino Unido, es uno de los principales impulsores de esta campaña. Se unió a Twitter en octubre de 2019, junto con una cantidad de diplomáticos chinos que ingresaron a esa plataforma y a Facebook a pesar de que están prohibidas en China.
Desde entonces, Liu ha elevado hábilmente su imagen, llegando a sumar 119.000 seguidores y transformándose en un ejemplo de la agresiva “diplomacia del lobo guerrero”, un término popularizado por una exitosa película de acción china.
“Según mi parecer, los llamados ‘lobos guerreros’ existen porque hay ‘lobos’ en el mundo y necesitas guerreros para combatirlos”, tuiteó en febrero Liu, quien actualmente funge como representante especial chino para asuntos relacionados con la península coreana.
Sus publicaciones —respuestas osadas a los prejuicios antichinos de Occidente combinadas con fuertes críticas a sus detractores— fueron retuiteadas 43.000 veces de junio a febrero.
Pero buena parte de la popularidad que Liu y otros dirigentes chinos parecen tener en Twitter es ficticia.
Una investigación de siete meses de The Associated Press y el Oxford Internet Institute, de la Universidad de Oxford, mostró que la creciente presencia china en Twitter es posibilitada por una cantidad de cuentas falsas que retuitean los comentarios de diplomáticos y medios de prensa chinos miles de veces, en una campaña propagandística que puede llegar a cientos de millones de personas, a menudo sin revelar que su contenido es auspiciado por el gobierno.
Más de la mitad de los retuits que tuvo Liu entre junio y enero provinieron de cuentas que Twitter suspendió por violar las reglas de la plataforma, que prohíbe la manipulación. En general, más de uno de cada 10 retuits que registraron 189 diplomáticos chinos en ese período provinieron de cuentas que Twitter había suspendido para el 1 de marzo.
Las suspensiones de las cuentas, no obstante, no paralizaron la maquinaria amplificadora prochina. Una cantidad de cuentas falsas adicionales, muchas de ellas de supuestos ciudadanos británicos, siguieron reproduciendo el contenido del gobierno chino, sumando otros 16.000 retuits y repuestas antes de que Twitter las suspendiera permanentemente a fines de abril y principios de mayo por manipular la plataforma, en respuesta a la investigación de AP y de Oxford.
Esta popularidad ficticia puede mejorar la imagen de los mensajeros chinos, generando la sensación de que tienen amplio apoyo. También puede distorsionar los algoritmos de la plataforma, que impulsan la distribución de los posts más populares, exponiendo potencialmente a más usuarios genuinos a la propaganda china. Si bien las cuentas falsas individuales no tienen un impacto tan grande, en conjunto y con el paso del tiempo pueden alterar el ambiente informativo, ampliando el alcance y la autenticidad de los mensajes chinos.
“Se produce un cambio continental sísmico, lento pero grande, en las narrativas”, expresó Timothy Graham, profesor de la Universidad de Tecnología de Queensland que estudia las redes sociales. “Después de un tiempo, puede tener un impacto enorme”.
Twitter y otros han identificado redes prochinas falsas en el pasado. Pero la investigación de la AP y del Oxford Internet Institute revela por primera vez que una campaña oficial para ampliar el mensaje ha impulsado la lectura de cuentas del gobierno y la prensa chinos, aportando nuevas pruebas de que el apetito de Beijing por manipular la opinión pública, en forma encubierta si es necesario, va más allá de sus fronteras y de sus intereses estratégicos básicos, como Taiwán, Hong Kong y Xinjiang.
Las medidas contra las cuentas falsas generalmente llegan después de que han estado activas semanas, sino es que meses. La AP y el Oxford Internet Institute identificaron 26.879 cuentas que retuitearon publicaciones de diplomáticos o medios de prensa chinos casi 200.000 veces antes de ser suspendidas.
No fue posible determinar si las cuentas estaban auspiciadas por el gobierno chino.
Twitter le dijo a la AP que muchas de las cuentas fueron sancionadas por manipulación, pero no dio detalles sobre qué otras violaciones de la plataforma pueden haber estado en juego. Twitter dijo que estaba investigando si la actividad estuvo relacionada con una operación informativa afiliada al Estado.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo que no manipula las redes sociales. “No hay propaganda disimulada, ni exportación de un modelo de manejo de la opinión pública en las redes”, afirmó el ministerio en un comunicado enviado a la AP. “Esperamos que las partes relevantes abandonen su actitud discriminatoria, se saquen sus gafas polarizadas y asuman una actitud pacífica, objetiva y racional en aras de la transparencia y la inclusión”.
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El investigador de The Associated Press Chen Si colaboró desde Shangái.
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Erika Kinetz está en Twitter como: http://twitter.com/ekinetz