MIAMI (AP) — A pesar de los estragos económicos provocados por la pandemia, las remesas que recibieron los países de América Latina y el Caribe aumentaron en 2020 más que en el resto del mundo, mientras que a nivel global cayeron levemente, dijo el miércoles el Banco Mundial.
“Mientras el COVID-19 sigue devastando a familias en todo el mundo, las remesas continúan ofreciendo un salvavidas esencial para los pobres y vulnerables”, expresó Michal Rutkowski, director mundial de Prácticas Globales de Protección Social y Empleos en el Banco Mundial (BM).
Latinoamérica y el Caribe recibieron 103.000 millones de dólares en remesas provenientes de diferentes países, un incremento de 6,5% con respecto a 2019, de acuerdo con el informe Migration and Development Brief (Resumen de migración y desarrollo) del BM, que señala que las remesas son ahora más importantes como fuente de financiamiento externo.
En cambio, a nivel mundial las remesas a países de escasos y medianos ingresos cayeron un 1,6% de 548.000 millones de dólares en 2019 a 540.000 millones el año pasado. La contracción, sin embargo, fue menor a la del 4,8% registrada durante la crisis financiera mundial de 2009.
La pandemia de coronavirus tuvo efectos devastadores para la economía de América Latina, con una contracción económica del 7% en 2020, la mayor en su historia, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que proyectó un crecimiento del 4,6% para este año.
El BM estima que para 2021 la economía regional crecerá un 4,4%, y las remesas a Latinoamérica ascenderán un 4,9%.
Otras de las regiones que recibieron más remesas en 2020 con respecto al año anterior fueron Asia del Sur, con un aumento de 5,2%, y Medio Oriente y el Norte de África, con un 2,3%.
El flujo de las remesas cayó en el Este de Asia y el Pacífico un 7,9%, Europa y Asia Central un 9,7% y África subsahariana un 12,5%, de acuerdo con el BM.
En Latinoamérica, aunque el volumen de las remesas disminuyó entre abril y junio de 2020 en todos los países con la excepción de México, se recuperó luego en la segunda mitad del año.
Históricamente, en momentos de crisis económicas y desastres naturales, los migrantes ahorran dinero y envían más a sus países de lo que mandan usualmente. El impacto de la pandemia en las economías de la región, y el daño causado por los huracanes Etta y Iota, contribuyó también al incremento en el flujo de las remesas a Centroamérica, dijo el BM en su informe.
Entre los factores que ayudaron al repunte aparecen el paquete de estímulo económico que implementó Estados Unidos para hacer frente a la pandemia, al que habrían tenido acceso latinoamericanos que gozan de un estatus de protección temporal en ese país.
Además influyó la mejora de la situación laboral en Estados Unidos, que aunque no llegó a los niveles anteriores a la pandemia, contribuyó con el incremento de las remesas a países como México, Guatemala, República Dominicana, Colombia, El Salvador, Honduras y Jamaica, dijo el BM. Esos países reciben la vasta mayoría de las remesas provenientes de Estados Unidos.
Por otro lado, la debilitada situación económica en España impactó negativamente los flujos de remesas a Bolivia (con un descenso del 16%), Paraguay (del 12,4%), y Perú (del 11,7%).