MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Cargada con una preciosa cantidad de muestras del asteroide Bennu, la misión OSIRIS-REx de la NASA emprende este 10 de mayo un viaje de regreso de dos años a la Toerra.
OSIRIS-REx (Origins, Spectral Interpretation, Resource Identification, Security, Regolith Explorer) es la primera misión de la NASA en visitar un asteroide cercano a la Tierra, estudiar la superficie y recolectar una muestra para entregarla a la Tierra.
Aproximadamente a las 21.16 UTC, está previsto que la sala de control de la misión ubicada en Lockheed Martin, en Littleton, Colorado, reciba una confirmación de que la nave espacial disparó sus propulsores principales para alejarse de la órbita del asteroide Bennu, aproximadamente 16 minutos después de que suceda. Después de 7 minutos de encender sus propulsores, OSIRIS-REx comenzará oficialmente su largo viaje a casa con más de 60 gramos de material de asteroide.
La secuencia de salida OSIRIS-REx es la maniobra más importante de la misión desde que llegó a Bennu en 2018. Los propulsores de la nave deben cambiar su velocidad en 958 kilómetros por hora para que la trayectoria de OSIRIS-REx se cruce con la Tierra. La cápsula de muestras aterrizará un campo de pruebas y entrenamiento de Utah el 24 de septiembre de 2023.
La nave circulará dos veces alrededor del Sol, cubriendo 2.300 millones de kilómetros para alcanzar a la Tierra, informa la NASA.
OSIRIS-REx hizo historia muchas veces durante sus dos años y medio de operaciones en el asteroide, incluido romper su propio récord para la órbita más cercana de un cuerpo planetario por una nave espacial. Bennu es el objeto celeste más pequeño jamás orbitado por una nave espacial construida por humanos.
OSIRIS-REx traerá de vuelta la muestra más grande recolectada por una misión de la NASA desde que los astronautas del Apolo regresaron con rocas lunares. Los científicos planean analizar la muestra para aprender sobre la formación de nuestro sistema solar y el desarrollo de la Tierra como planeta habitable.
Una vez recuperada, la cápsula será transportada a las instalaciones de curación en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, donde se retirará la muestra para su distribución a laboratorios de todo el mundo. La NASA reservará el 75% de las muestras para que las generaciones futuras las estudien con tecnologías aún no creadas.