ARLINGTON, Texas, EE.UU. (AP) — Saúl “Canelo” Álvarez saltó a los brazos de su entrenador. Billy Joe Saunders se hundió en un banquillo colocado en su esquina, con una toalla que le cubría la cabeza.
Álvarez añadió a su colección otro título, el de la división de los supermedianos, al endosarle a Saunders la primera derrota en su carrera, luego que el púgil inglés se negó a salir para el noveno asalto de la pelea del sábado.
El popular boxeador mexicano ganó nuevamente en la tradicional cartelera que se realiza con motivo del 5 de mayo, la festividad más importante para sus connacionales residentes en Estados Unidos.
“Yo sabía que la pelea podía resolverse por ahí del octavo round”, dijo Álvarez. “No fue tan difícil como yo esperaba. Sé que mi preparación es buena, me preparo y mejor todos los días”.
“Canelo” provocó el delirio de los 73.126 espectadores a la mitad de ese octavo episodio, cuando propinó un derechazo que hizo tambalear a su contrincante. Álvarez se dio el lujo de agitar los brazos para arengar al público mientras el round continuaba.
La esquina de Saunders capituló antes del noveno episodio, mientras atendía una cortada en el pómulo izquierdo del peleador.
“No podía ver”, dijo el promotor de Saunders, Eddie Hearn. “Hablé con el entrenador Mark Tibbs, y no permitió que saliera. Creo que boxeó muy bien, pero el ‘Canelo’ se tomó su tiempo para superarlo”.
Álvarez (56-1-2, con 38 nocauts) se apoderó del cinturón de la OMB que poseía Saunders y que hará juego en sus vitrinas con los cetros de la AMB y el CMB.
El británico de 31 años sufrió su primera derrota en 31 contiendas.
Levantadas las restricciones sanitarias en Texas, el evento deportivo en el AT&T Stadium de la NFL fue el más concurrido que se haya realizado a la fecha en Estados Unidos desde que sobrevino la pandemia.
Los organizadores han dicho que incluso romperá el récord del mayor público registrado para una pelea de box en un recinto techado, superando los 63.352 espectadores que presenciaron en 1978 el triunfo de Muhamad Ali sobre Leon Spinks en el Superdome de Nueva Orleáns.
El combate se realizó poco más de un mes después de que los Rangers de Texas inauguraron su temporada de béisbol en el primer estadio repleto dentro de Estados Unidos desde que estalló la crisis mundial de salud.
La marca impuesta en el mundo poscoronavirus por la pelea del “Canelo” será fugaz. Se espera que el 30 de mayo, las 500 Millas de Indianápolis atraigan a unas 135.000 personas, el 40% de la capacidad del autódromo.
Pero por ahora, los numerosos mexicanos que acudieron al estadio disfrutaron el momento. Algunos no cuidaron las normas del decoro, y abuchearon el himno de Gran Bretaña, antes de entonar el propio.
Álvarez se unió a cantantes y bailarines de música mexicana durante su marcha hacia el cuadrilátero, tras emerger de los vestuarios del estadio de los Cowboys.
El boxeador pelirrojo se sintió como en casa.
Miles de mexicanos agitaron banderas, algunas de las cuales decían: “Vamos Canelo”
Hubo un par de conatos de riña entre espectadores cerca del ring, robando atención a los primeros asaltos, que fueron más bien flojos.