TALLAHASSEE, Florida, EE.UU. (AP) — El gobernador Ron DeSantis firmó el jueves una importante reforma a la ley electoral de Florida que endurece las restricciones sobre el voto por correo postal en un estado crucial en las elecciones presidenciales. Los que se oponen a la medida dicen que será más difícil votar, sobre todo para las personas mayores y la gente de color.
Es la victoria más reciente de la campaña nacional republicana para limitar el acceso a la votación con el argumento de que es necesario para prevenir el fraude. El impulsor de la campaña es el expresidente Donald Trump con su denuncia falsa de que se lo despojó fraudulentamente de su victoria electoral en noviembre pasado. Los legisladores demócratas aprobaron la ley sin un solo voto demócrata, aunque reconocen que no hubo señales de fraude en el estado, ganado por amplio margen por Trump.
DeSantis, considerado un futuro candidato presidencial, vio claramente la ventaja de luchar por lo que su partido llama la “integridad electoral”. Tomó la decisión insólita de firmar la ley en un acto transmitido en vivo por el programa de TV Fox & Friends sin permitir la presencia de otros medios de prensa.
La nueva ley limita cuándo se pueden usar los buzones electorales y quién puede reunir las boletas para colocarlas en esos buzones. Exige que haya guardias en los buzones y que éstos sean accesibles solo cuando están abiertas las oficinas electorales y los lugares de votación. Para prevenir la “cosecha de boletas”, una persona solo puede recolectar y depositar las boletas de miembros de su familia inmediata y solo dos de personas que no lo son.
“En este momento tengo lo que creo son las medidas de integridad electoral más fuertes del país”, dijo el gobernador durante la firma. “No vamos a permitir que operadores políticos vayan a recoger bolsas de votos y los depositen en algún buzón”.
Los supervisores electorales del estado no solicitaron los cambios y advirtieron que algunas de las normas pueden resultar molestas y costosas. Los promotores del voto dijeron que la ley es un intento descarado de impedir el acceso al voto para beneficiar a los republicanos.
“La ley afecta desproporcionada y deliberadamente a los votantes mayores, los votantes con discapacidades, los estudiantes y las poblaciones de color. Es un intento despreciable de una legislatura dominada por un partido para decidir quién puede votar en nuestro estado y quién no. Es antidemocrática, anticonstitucional y antiestadounidense”, dijo Patricia Brigham, presidenta de la Liga de Mujeres Votantes de Florida.