Un tribunal italiano condenó este miércoles a cadena perpetua a dos jóvenes estadounidenses por el asesinato de un carabinero en julio de 2019 cuando se encontraban de vacaciones en Roma.
El oficial Mario Cerciello Rega, de 35 años, murió por las cuchilladas que le asestó uno de ellos mientras detenía junto con un compañero a los jóvenes, entonces de 19 años, Finnegal Lee Elder y Gabriel Natale-Hjorth.
Mientras la jueza Marina Finiti leía la sentencia tras el juicio, que duró un año, la viuda del carabinero, Rosa Maria Esilo, sollozaba de forma audible y abrazaba a su cuñado, constató un periodista de la AFP en el tribunal.
"Fue un juicio largo y doloroso (...) no traerá de vuelta a Mario", dijo entre lágrimas la viuda.
Lee Elder, quien reconoció haber apuñalado 11 veces a Cerciello Rega, declaró que él y Natale-Hjorth habían sido atacados por unos hombres que pensaban que eran traficantes de droga.
Según elementos recopilados durante la investigación, los estadounidenses se habían apoderado del bolso del intermediario de un traficante que les había vendido aspirina haciéndola pasar por cocaína y reclamaban 100 euros (120 dólares) para devolvérselo.
Pero este último, un informador de la policía, previno a las fuerzas del orden y los carabineros llegaron vestidos de civil al lugar de la cita en la que realizarían el intercambio.
Los acusados, originarios de San Francisco, en California, afirmaron que los dos carabineros, vestidos de civil y desarmados, no se identificaron como tales.
El colega del carabinero asesinado, Andrea Varriale, lo negó. "Nos presentamos ante ellos (...) diciendo que éramos carabineros", declaró.
El arma del crimen, un cuchillo de combate de 18 cm, fue encontrado poco después de los hechos --ocurridos cerca del Vaticano--, escondido en la habitación del hotel de cuatro estrellas donde se hospedaban los jóvenes.
"Fue una agresión, un ataque violento, mortal y desproporcionado", había defendido la fiscal del caso, Maria Sabina Calabretta.
La fiscal describió a Cerciello como "un hombre bueno" y afirmó que "no habría podido hacer gran cosa para defenderse", pues el objetivo único de los acusados era "matarlo".
Su colega Nunzia D'Elia afirmó que el carabinero fue apuñalado 11 veces en menos de treinta segundos y que no hay pruebas de que atacara al agresor.
A pesar de que Mario Cerciello fue apuñalado por Finnegan Lee Elder, Gabriel Natale-Hjorth fue juzgado junto a él porque, según la ley italiana, cualquiera que participe indirectamente en un asesinato puede ser acusado de homicidio.
Ocurrido en el verano de 2019, este asesinato causó una fuerte conmoción en Italia y una ola de empatía hacia el joven carabinero, que acababa de regresar de su luna de miel.
La defensa afirmó que había declaraciones contradictorias y fallos en la investigación. "Este veredicto es una vergüenza para Italia, con estos jueces que se niegan a ver lo que emergió durante el juicio", criticó el abogado de Finnegan Lee Elder, Renato Borzone.
El caso también suscitó polémica tras la difusión de fotos de Gabriel Natale-Hjorth en las que se le ve con los ojos vendados y las manos atadas a la espalda en una comisaría después de ser detenido.
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