ROMA (AP) — El secretario de Estado del Vaticano ha intervenido personalmente para arrojar luz sobre uno de los escándalos vaticanos más sonados: el asesinato en 1998 del comandante de la Guardia Suiza y su esposa, supuestamente cometido por un guardia suizo que luego se quitó la vida.
El cardenal Pietro Parolin pidió al tribunal estatal de la Ciudad del Vaticano que preste “especial atención” a la solicitud de la madre del guardia acusado, Cedric Tornay, de tener acceso a los documentos confidenciales de la investigación que se archivaron oficialmente en 1999.
Parolin citó el “comprensible deseo que anima a los familiares a conocer los detalles de un hecho particularmente doloroso”, según una carta del 30 de marzo del cardenal a los abogados de la madre.
Esto se conoció el mismo día que se cumplen 23 años del asesinato de Alois Estermann, de 43 años, y su esposa, Gladys Meza Romero, de 49, en su apartamento en el Vaticano, supuestamente a manos de Tornay, de 23 años.
En aquel entonces, el Vaticano informó que Tornay había matado a la pareja con su revólver de servicio y luego se suicidó con el arma. Un portavoz dijo que el resentimiento por una reprimenda de Estermann, y la negación de una condecoración, combinada con una psicología “peculiar”, detonaron la crisis.
Nueve meses después, en febrero de 1999, el Vaticano publicó un informe de 10 páginas de su investigación interna que confirmó su evaluación inicial. Concluyó que Tornay fue el único responsable del asesinato-suicidio, pero agregó que su consumo de marihuana y un quiste cerebral podrían haber afectado su razonamiento.
La madre de Tornay, Muguette Baudat, ha hecho campaña durante dos décadas para tener información más completa sobre los asesinatos y, en 2019, pidió que se reabriera la investigación del Vaticano.
En una carta abierta publicada en vísperas del aniversario, Baudat dijo que su solicitud del expediente judicial no fue impulsada por la creencia de que el Vaticano fuera responsable de las muertes, sino por poner fin a la secrecía con el que siempre ha manejado el caso.
“El objeto de mi solicitud es simple: comparar los resultados de mi propia investigación con el expediente del Vaticano”, escribió, y señaló que en 2013 también propuso una comisión de investigación independiente y nunca recibió respuesta.