MANAGUA (AP) — Un sector de los trabajadores de salud de Nicaragua comenzó a ser vacunado contra COVID-19 el lunes, dos meses después del inicio del plan de vacunación en el que hasta ahora sólo se ha atendido a pacientes mayores de 60 años y con enfermedades crónicas.
Así lo informó a medios oficiales la ministra de Salud, Martha Reyes, quien supervisó el inicio de la nueva fase de “vacunación voluntaria” en el hospital Fernando Vélez Paiz, en el sector occidental de Managua,
Reyes dijo que se vacunará al personal de salud “en el espacio de primera línea de atención a la población: en las salas de Cuidados Intensivos, en unidades donde se atienden cuadros respiratorios de forma general o que están de cara a la recepción de los pacientes”. Recordó que la campaña inició el 2 de marzo con la atención a personas con padecimientos crónicos y que un mes después se invitó a vacunarse a los mayores de 60 años y a personas con cáncer o problemas cardíacos.
También este lunes, según la vicepresidenta Rosario Murillo, se empezará a vacunar a mayores de 55 años y a empleados de aduanas, puertos y aeropuertos, también considerados “de primera línea” por ser vulnerables al contagio.
El gobierno de Daniel Ortega no ha explicado por qué esperó dos meses para empezar a vacunar al personal médico que atiende a pacientes con COVID-19, un sector priorizado en la mayoría de los países por estar directamente expuesto al virus.
La ministra Reyes no aclaró si la vacunación se extenderá a todos los trabajadores de la salud (unos 35.000 a nivel nacional) o solo a los del ”área COVID-19″. Tampoco reveló si la vacuna se ofrecerá también a los médicos y enfermeras de instituciones privadas.
Consultado por AP, el médico Roger Pasquier, presidente de la Asociación Médica de Anestesiología, dijo no tener información de cuándo se vacunará al personal del hospital privado donde labora. “Sabemos que comenzaron a vacunar solo al personal de salud que atiende COVID-19 en centros del Ministerio de Salud y del Seguro Social, y que al parecer seguirán con los médicos que atienden COVID-19 en hospitales privados”, indicó.
Tampoco se conoce cuántos nicaragüenses han sido vacunados a la fecha con los dos tipos de vacunas que han llegado al país: la rusa Sputnik V y la AstraZeneca-Covishield, fabricada en India y de la cual el gobierno recibió unas 340.000 dosis.
El gobierno de Nicaragua ha sido criticado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por no tomar medidas drásticas frente a la pandemia y, por el contrario, promover actividades masivas y aglomeraciones.
El Ministerio de Salud reporta un acumulado de 182 muertos y 6.918 contagios de COVID-19, pero la red independiente Observatorio Ciudadano registra 3.101 fallecidos y 14.170 casos sospechosos, ya que sólo el gobierno autoriza la realización de pruebas.
Según el Observatorio, 123 trabajadores de la salud murieron con síntomas asociados a COVID-19 y otros 961 contrajeron la enfermedad desde que la pandemia apareció en Nicaragua, en marzo de 2020.