FILADELFIA (AP) — Poco después de que el agente Derek Chauvin fuese hallado culpable de la muerte de George Floyd, volvió a circular en las redes sociales el informe inicial de la policía de Minneapolis. Atribuía la muerte de Floyd a “problemas médicos” y no mencionaba que era un hombre de raza negra al que Chauvin le había colocado la rodilla en el cuello cuando estaba tendido en el piso ni que había dicho varias veces que no podía respirar.
Muchos señalaron el contraste entre la descripción inicial que hizo la policía y la evidencia que dio paso a la condena de Chauvin, incluido el escalofriante video de una adolescente que pasaba por el lugar y que mostró cómo Chauvin mantuvo la rodilla en el cuello de Floyd hasta que dejó de moverse.
Expertos y activistas dicen que los informes policiales engañosos son algo generalizado, sobre todo cuando hay muertes de por medio.
“De no haber sido por esta muchacha de 17 años que filmó el video, Derek Chauvin seguramente seguiría en la policía, entrenando agentes”, declaró Andre Johnson, profesor de estudios de las comunicaciones de la Universidad de Memphis, “Lamentablemente, esto sucede desde hace tiempo y recién ahora está saliendo a la luz por los videos” que filma la gente y que contradicen las versiones iniciales de la policía.
Los agentes aseguran que presentan la versión más veraz posible en medio de investigaciones complicadas. Pero hay quienes afirman que no se puede ignorar la frecuencia con que esos informes contienen información engañosa.
En el 2014, la policía neoyorquina dijo que Eric Garner había muerto por un paro cardíaco. No mencionó que un agente le hizo una toma asfixiante y que Garner se quejaba de que no podía respirar. La escena fue filmada, pero un jurado investigador desistió de mandar a juicio al agente Daniel Pantaleo, quien dijo que había usado un procedimiento legal. Pantaleo fue despedido posteriormente por la policía.
Un año después, el agente Michael Slager dijo que le disparó a Walter Scott porque el hombre había tomado su pistola paralizante. Un video del episodio, no obstante, dejó en claro que Slager persiguió a Scott por una infracción de tránsito y le disparó por la espalda. Slager fue juzgado por asesinato, pero quedó en libertad porque el jurado no se puso de acuerdo. Posteriormente se declaró culpable de violaciones a los derechos civiles.
Los informes engañosos son una de las razones por las que hay tantas presiones para que los agentes lleven cámaras consigo y filmen sus procedimientos. Aproximadamente el 80% de los departamentos de policía con al menos 500 agentes están usando cámaras, pero el almacenamiento de los videos puede ser costoso.
Los videos filmados por los propios agentes a menudo contradicen sus informes iniciales, aunque generalmente las imágenes son retenidas días, si no meses, durante las investigaciones internas.
Un juzgado ordenó a la policía de Chicago que difundiese el video de la muerte de Laquan McDonald, de 17 años, más de 13 meses después del incidente. Inicialmente se dijo que los disparos habían sido justificados en base a la versión oficial de que McDonald se había acercado al agente y se negaba a tirar un puñal. El video, sin embargo, mostró que el agente Jason Van Dyke había hecho 16 disparos mientras el chico se alejaba de él. Van Dyke fue hallado culpable de asesinato en segundo grado.
El profesor Johnson lamentó que sean necesarios videos, testigos y movilizaciones para sacar a la luz la verdad. “Todo esto es necesario porque siempre hemos creído en la palabra de los policías. Esto que pasa ahora no es nada nuevo en las comunidades minoritarias”, manifestó.
“El interrogante es si la policía está perdiendo su credibilidad”, agregó. “Yo creo que está empezando a perderla”.
Policías y fiscales están difundiendo los videos tomados por los agentes con más celeridad últimamente. Algunos expertos dicen que lo hacen para evitar posibles manifestaciones de protesta contra la brutalidad policial y las injusticias raciales como las que siguieron a la muerte de Floyd. Otros afirman que el objetivo es recuperar su credibilidad en medio de demandas de transparencia.
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Los reporteros de la Associated Press David Klepper (Providence, Rhode Island) y Kimberlee Kruesi (Columbia, Carolina del Sur) colaboraron en este despacho.