TOKIO (AP) — A tan solo tres meses del inicio de los Juegos Olímpicos postergados por la pandemia, las autoridades de Tokio y de la segunda área metropolitana más grande de Japón, Osaka, establecieron órdenes de emergencia con la intención de frenar un aumento de casos de coronavirus.
Las medidas, que estarán vigentes durante el periodo feriado japonés conocido como la “Semana Dorada”, limitarán los viajes y la presencia de personas en espacios públicos. Están programadas para culminar el 11 de mayo, justo antes de la visita a Hiroshima del presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach.
Bach dijo esta semana que la visita, planeada para el 17 y 18 de mayo, continúa en "fase de planeación”. in embargo, la presencia de Bach fue criticada de inmediato por legisladores de la oposición que señalan que los Juegos Olímpicos están siendo priorizados sobre la seguridad pública.
“Japón debería decidir sus propias políticas de salud pública. No hay una razón por la que el señor Bach nos diga lo que tenemos qué hacer”, sostuvo Yuichiro Tamaki, dirigente del Partido Democrático para el Pueblo.
Bach aseveró que la duración del estado de emergencia no tiene relación con su visita a la ciudad, donde se prevé que dé la bienvenida a la antorcha olímpica. Hiroshima fue destruida en 1945 por Estados Unidos con la detonación de una bomba atómica, y suele ser una ciudad visitada por políticos y dignatarios.
“Este (estado de emergencia) se apega absolutamente a la política del gobierno”, señaló Bach. “Pero no está relacionada con los Juegos Olímpicos. Está relacionada con la semana dorada”.
El tercer estado de emergencia de Japón implica el cierre de bares, tiendas departamentales, centros comerciales, parques de diversiones, cines y museos. Incluso los restaurantes que no venden bebidas alcohólicas recibieron la orden de cerrar antes, lo mismo que el transporte público. Las escuelas seguirán abiertas, pero las universidades volverán a las clases en línea.
“Espero que la situación mejore lo más pronto posible”, dijo Seiko Hashimoto, presidenta del comité organizador, en una conferencia de prensa virtual el viernes.
El gobierno de Japón ha atribuido cerca de 10.000 muertes al COVID-19, una cifra no tan mala con comparación con los estándares a nivel mundial pero preocupante ante los niveles registrados en otros países asiáticos. Japón ha vacunado a menos del 1% de su población y no ha impuesto confinamientos dado que la gente se muestra cada vez más impaciente y menos dispuesta a cooperar con las medidas para frenar una nueva oleada de contagios.
Hashimoto agregó que varios eventos de pruebas continuarán durante el periodo de emergencia, pero sin la presencia de aficionados. Los Juegos Olímpicos inician el 23 de julio.
A la presidenta del comité organizador se le preguntó de nuevo si habían planes de cancelar los Juegos. La pregunta había desaparecido de las conferencias de prensa, pero ha sido planteada de nuevo en las últimas semanas.
“Como comité organizador, no pensamos en la cancelación”, reiteró Hashimoto.
El COI obtiene casi el 75% de sus ingresos a través de la venta de derechos de transmisión televisiva y ese flujo de dinero se detuvo con el aplazamiento del año pasado. Necesita que los Juegos Olímpicos se lleven a cabo, y a esa justa se le sumarían seis meses después unos Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing que enfrentan la amenaza de ser boicoteados.