Washington, 16 abr (EFE).- El presidente estadounidense, Joe Biden, exigió este viernes al Senado que refuerce el control de armas de fuego en el país y deje de "aceptar" un tipo de violencia que "se ha convertido en algo demasiado normal" y deja 106 víctimas mortales al día.
En un comunicado, Biden reaccionó al tiroteo que el jueves dejó al menos ocho muertos en Indianápolis (Indiana, EE.UU.) y anunció que había ordenado que las banderas de los edificios públicos del país ondeen a media asta en memoria de las víctimas.
"En Indianápolis, otra vez ha habido familias que han tenido que esperar a tener noticias sobre el destino de sus seres queridos. Qué espera y qué destino más crueles, que se han convertido en algo demasiado normal y que ocurre todos los días en algún punto de nuestro país", dijo el mandatario.
"La violencia armada es una epidemia en Estados Unidos. Pero no debemos aceptarla. Debemos actuar", agregó.
Biden recordó que la semana pasada ya pidió al Congreso que "apruebe leyes de sentido común para prevenir la violencia armada", como el refuerzo del sistema de verificación de antecedentes de los compradores de armas y "una prohibición de las armas de guerra y los cargadores de alta capacidad".
Aseguró que el tiroteo de Indianápolis es "solo el último en una retahíla de tragedias", y llega muy poco después del que dejó ocho muertos en marzo en Atlanta (Georgia), el que mató a diez el mismo mes en Boulder (Colorado) y el que acabó con cinco en una vivienda de Rock Hill (Carolina del Sur).
El presidente matizó que aún espera a conocer detalles sobre la motivación del sospechoso del tiroteo de Indianápolis, pero subrayó que la violencia armada "mancha el carácter y perfora el alma" de Estados Unidos.
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, también se refirió a la "tragedia" en Indiana durante unas breves declaraciones a la prensa al comienzo de su reunión con el primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, de visita en Washington.
"No hay ninguna duda de que esta violencia debe acabar, y estamos pensando en las familias que han perdido a sus seres queridos", afirmó la vicepresidenta.
Sobre las 23.00 hora local del jueves (03.00 del viernes GMT) un hombre armado abrió fuego a quemarropa en un almacén de la empresa de servicios postales FedEx, situado cerca del aeropuerto de Indianápolis, y se suicidó después de haber matado a ocho personas.