Casi todas las películas y series internacionales de la televisión de Alemania están dobladas. Incluso Alexis, la diva de la serie estadounidense "Dinastía", tan popular en los años 80, hablaba alemán. También lo hizo Michael Douglas cuando perseguía a delincuentes por "Las calles de San Francisco", y Marge, la madre de "Los Simpson" habla con la voz de la actriz alemana Anke Engelke. Las versiones dobladas tienen una larga tradición en la televisión del país centroeuropeo. Los estudios de doblaje están de enhorabuena, las series y el "streaming" llevan años en auge. Debido a la reducción de contactos durante la pandemia, la gente pasa actualmente más tiempo que antes frente a sus ordenadores portátiles o el televisor. La demanda de nuevos contenidos y entretenimiento en casa es alta, y series como "Los asesinatos de Midsomer", "Gambito de dama", "Los Bridgerton", "The Crown" o "Fleabag" están sustituyendo a los cines y bares. Entre los espectadores hay quienes prefieren ver la versión original, ya sea con o sin subtítulos. Según fuentes del sector, en Alemania estas personas son la minoría. "La demanda de versiones originales es escasa", asevera Björn Herbing, director general de la compañía de doblaje Arena Synchron, con sede en Berlín. "La experiencia de los proveedores es que a la gente no le gustan los subtítulos". El estudio berlinés, especializado en sincronización de series, dobla unas 300 horas de película o 30 temporadas de series al año. El formato de las series ha cambiado, pasando casi a convertirse en una gran novela que se cuenta como una película de diez horas de duración. "Las series y las películas se asemejan cada vez más", señala Herbing, que también es miembro de la junta directiva de la asociación que agrupa a los profesionales del sector en Alemania. La producción de series y películas experimenta un auge a nivel mundial. "Recibimos muchos más contenidos internacionales, lo que nos obliga a trabajar bajo presión", enfatiza Herbing. A menudo, la película ni siquiera está terminada y ya comienza a ser doblada. El contenido de las series más populares y esperadas por los aficionados es estrictamente confidencial. Los proveedores estadounidenses, en particular, son muy cuidadosos al respecto, y, por ello, ponen a prueba la seguridad del estudio de doblaje con ataques cibernéticos simulados. El trabajo de sincronización es arduo y complejo. En primer lugar, se traduce el guion a partir de la lengua original, que hoy en día puede ser también el portugués brasileño o el hebreo. Posteriormente, se elabora un libro de diálogos que se divide en "tomas" para la grabación. Cada una de estas tomas, que son frases de unas doce palabras, son la unidad en función de la cual se contratan y pagan los actores de doblaje. Una vez en el estudio de grabación, tiene lugar la "sincronización labial" de las tomas, de forma tal que los movimientos labiales de actores y voces de doblaje coincidan. Según Herbing, para hacerlo bien, hay que ser flexible, ya que puede ser que por la mañana se sincronice a un asesino y por la tarde a un maestro preescolar. "Una vez me mataron de un balazo", recuerda la actriz alemana Ulrike Johansson respecto a una escena que le tocó doblar, mientras espera su turno fuera del estudio. Hoy presta su voz a una patóloga en una serie estadounidense, según ella, una "persona maravillosa". Una vez dentro del estudio, la profesional ocupa su lugar frente a un monitor con las líneas de diálogo que le tocan sincronizar. Detrás de un cristal está sentado el director; cerca de Johansson, la editora. Sobre la pared se ve proyectada una escena de la serie: un grupo de personas sentado a la mesa del comedor. "Si realmente le importa esta relación, quizás debería dar el primer paso", es la línea que debe doblar Johansson. La actriz la repite pacientemente una y otra vez, con énfasis cambiante y agregando o quitando pequeños elementos hasta que queda perfecta. Herbing tiene razón: una buena actuación y paciencia son parte fundamental del trabajo. El director del estudio berlinés explica que el hecho de que haya tanto doblaje en Alemania también tiene que ver con su historia. Después de la Segunda Guerra Mundial, la vida cultural también había quedado reducida a escombros, y Estados Unidos comenzó a inundar el mercado alemán con contenidos liberales. Naturalmente que las películas se doblaban, algo que ha continuado hasta el día de hoy. "El doblaje es enormemente importante para el éxito local de una producción", señalan representantes de Netflix. El proveedor de contenidos a la carta dobla hasta en 27 idiomas, el proceso suele durar entre diez y 20 semanas. "Alemania es, históricamente, un mercado de doblaje. El público local está acostumbrado a escuchar a sus actores favoritos con voces alemanas, por lo que, en ese sentido, tradicionalmente se prefieren las versiones dobladas". La demanda de profesionales de doblaje es alta. Según estimaciones de Till Völger, experto de la Asociación Alemana de Actores, en Alemania hay menos de 20.000 actores y actrices, entre ellos quizás 500 actores de doblaje a tiempo completo. El auge de las producciones televisivas obliga a trabajar contrarreloj: "Cada vez más rápido y, en lo posible, también más barato", señala Völger, y añade que, en cuestiones de calidad, hay "márgenes gigantescos". Un mal doblaje no transmite emociones, no concuerda rítmicamente con el original y no suena natural. Según Völger, "si no se hace bien, todos los personajes maldicen de la misma manera". Este actor de doblaje opina que la versión alemana de "Juego de Tronos" es muy buena, aunque objeta que tiene algunas tomas que no se ajustan al resto. También elogia el doblaje la serie "Stranger Things": "¡Felicitaciones!" El sector del doblaje es un reflejo de la sociedad. En Alemania, el debate por la falta de diversidad entre los actores de doblaje, las discusiones de género, estereotipos y racismo son muy recientes. Herbing afirma que el sector se toma el tema muy en serio. "Queremos más diversidad", asevera, y añade que, con el objetivo de mejorar la situación, se realizarán audiciones con actores de color, es decir, con aquellos que no son percibidos como blancos. El director del estudio de sincronización señala que la versión alemana de "Mi pobre angelito", por ejemplo, fue revisada recientemente debido al lenguaje racista. Al igual que muchos en la industria del cine, los actores que se dedican al doblaje también se han visto afectados por la pandemia. En 2020, las actividades estuvieron paralizadas durante un mes, luego se modificaron los estudios para poder reiniciarlas. En lugar de utilizar libros de diálogo en papel, Arena Synchron trabaja exclusivamente con monitores. El mayor cambio: debido al riesgo de infección, los actores y actrices de doblaje tienen que estar casi solos en el estudio. Así, un grupo de siete personajes es doblado individualmente por siete actores por separado y después mezclado. El trabajo ya no se hace en equipo, sino en solitario. Herbing espera que el fin de la pandemia permita revertir la situación: "Ojalá podamos volver pronto a lo que era antes". dpa